La problemática de la recolección de residuos en Berisso vuelve a ser el foco del descontento ciudadano, con un panorama de barrios atestados de basura que se agrava ante la llegada de las altas temperaturas y el riesgo de inundación.

Los vecinos de diversos sectores de la ciudad manifiestan su hartazgo ante la falta de cumplimiento del servicio. Los montículos de residuos se acumulan en las esquinas, transformando el paisaje urbano en un foco de contaminación.

La situación se vuelve crítica con los primeros calores de la temporada. La descomposición acelerada de la materia orgánica genera un mal olor insoportable que se propaga por las calles, afectando la calidad de vida de los habitantes.

Más allá de la molestia estética y olfativa, la acumulación de basura y la proliferación de plagas representan un grave riesgo sanitario. La preocupación por la aparición de enfermedades transmitidas por roedores e insectos, sumada a la contaminación ambiental, mantiene en alerta a la comunidad.

A este escenario de insalubridad se añade la situación de suciedad en los canales y bocas de tormenta. La basura no recolectada o mal dispuesta termina obstruyendo la infraestructura hídrica de la ciudad, lo que aumenta drásticamente la posibilidad de inundaciones en zonas bajas ante cualquier lluvia intensa.

La población exige a las autoridades una solución inmediata y efectiva para normalizar el servicio, realizar una limpieza profunda de los desagües y evitar que esta situación se convierta en una emergencia de salud pública y hídrica.

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