La crisis en la histórica «Acería Berisso» escaló a un punto crítico esta mañana, cuando los trabajadores, con el apoyo de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), decidieron tomar pacíficamente las instalaciones ubicadas en la intersección de 128 y 62. Esta drástica medida se produce tras un mes de lucha y negociaciones frustradas ante la falta de respuestas positivas de la patronal.
La situación se desencadenó hace un mes, cuando los aproximadamente 50 empleados de la acería se encontraron con las puertas cerradas de manera sorpresiva. Desde entonces, comenzó un tira y afloja con la intervención del Ministerio de Trabajo bonaerense, que, sin embargo, no logró destrabar el conflicto.
«Hay unas 50 familias que dependen de estos puestos de trabajo. Les deben dos quincenas a los trabajadores y lo único que hacen es dilatar la situación e incumplir derechos básicos», denunció esta mañana en declaraciones a Radio Sur Pablo Acuña, referente del Gremio UOM y uno de los encargados de llevar adelante las negociaciones.
Acuña detalló la razón de la ruptura en las negociaciones y la decisión de tomar la planta. «Lo que la empresa ofrece es ridículo. Ofrecieron una especie de retiro voluntario con el cual le pagan a los trabajadores el 50% de la indemnización en el momento y el otro 50% en cuotas y dependiendo de las ganancias de la empresa. O sea, todo muy fuera de la ley», sentenció el gremialista, haciendo hincapié en la gravedad de la propuesta empresarial.
Acería Berisso, con una trayectoria de cerca de 50 años en la ciudad, atraviesa su peor momento tras un reciente cambio de manos. Los nuevos dueños, que poseen otra acería en la provincia de Buenos Aires y conocen el rubro, generaron un clima de incertidumbre que hoy se ha transformado en desesperación.
La preocupación principal radica en la sospecha de «maniobras turbias en el manejo de la Empresa» y un fundado temor a un posible vaciamiento de la planta, dejando a decenas de trabajadores en la calle.
Ante este panorama y la inacción de la empresa para garantizar los derechos y salarios adeudados, los empleados decidieron permanecer dentro de las instalaciones de manera pacífica, buscando resguardar su fuente de trabajo y exigir una solución urgente que revierta la crítica situación laboral y productiva. La UOM y los trabajadores se mantienen firmes, a la espera de una nueva intervención que fuerce a la patronal a acatar la ley.