Llega sonriendo y saluda; «Traje Facturas, ¿está el café?», lanza el tres veces CAMPEÓN MUNDIAL de taekwondo, sabonim Anibal Fernandez.
Humilde, sencillo, practico, Anibal Fernandez se acomoda en la Mesa de CAFÉ SUR para hablar un poco de la vida; «Nací, me crie y vivo en Villa Zula…» señala y rememora; «Vagar por los campos, ir a la canchita a patear, hacer casitas de indio, ir a pescar, las talitas, pasar por el caño de la 66, los torneos en la zona, tirarse a nadar en el canal…» va enumerando mientras su sonrisa se amplia en el recuerdo de una niñés «suelto por el barrio».
De Padres Laburantes, recuerda con gran afecto a su «abuelo el Tano» y sus trabajitos en la quinta.
Jugador de fútbol hasta los 17, pasando por varios equipos de la zona y teniendo posibilidad de «Hacer Carrera», Anibal, un día se cansó de todo y ante el asombro de su papá, decidió dejar de jugar; «Anduve un tiempo sin hacer nada porque venía de mucho esfuerzo y sacrificio y yo quería salir como mis amigos, pero ellos hacían taekwondo y yo, para no quedarme solo, los acompañaba y un día de tanto que me insistieron empecé y con el tiempo «Me enamoré» de ésto…» dice el Campeón.
Amante del Deporte en General, entiende las disciplinas como un centro de formación Social y humana; «Vos tenes varias formas de encarar la practica y la enseñanza, una es ir por los campeonatos y la otra es ir por la formación del Individuo. Yo me quedo con ésta última forma, porque es la que DEJA ALGO EN EL OTRO. Esa es la pregunta que me hago y que nos debemos hacer, EL ESFUERZO Y TODO LO QUE HAGO ¿DEJA ALGO EN EL OTRO?, yo creo que si, que mi esfuerzo, el tiempo que le resto aveces a mi familia y todo, deja como premio, que algo hago por el otro… Muchas veces perdés plata, porque es imprescindible «Poner» para mejorar o demostrar el Interés en la otra persona, pero ¿que importa si lo que le voy a dejar a la otra persona sea quien sea, es algo mejor?, dice el sabonim.
Con escuelas de TAEKWONDO en «Todos Lados», Fernandez conoce del sufrimiento del deportista amateur; «No hay apoyo. lo que se consigue es a fuerza de salir a pedir, hoy no hay política de Deporte, no hay apoyo. A los clubes se les hace muy difícil y a los atletas mucho más…» reflexiona mientras el pocillo de café va quedando vació.
Entendedor por experiencia y profesionalismo, sabe que el Deporte es un pilar para niños y jóvenes; «Tenes tres etapas, el Inicial, el medio y el Profesional… Hoy hace falta arrancar por el Inicial que es el que saca al pibe de la calle, tenes que pensar en eso, después tenes un grupo que va en camino y que ya entendió lo que significa ser aplicado y después tenes los que compiten y van por las medallas. Vos tenes que apoyar a todos y bancar a todos, no podes despreocuparte…» remarca a la vez que indica que él es un «Culo Inquieto. Yo no paro y si tuviera más responsabilidad sería peor. Yo no puedo estar sentado, lo mio es VAMOS, VAMOS; VAMOS y HACER, porque es mi manera de hacer las cosas…»
Soñador de un mundo mejor, le pide a Dios «Que haya más gente pensante y productiva en el mundo», pero no se queda en el pedido sino que demuestra en su accionar todo lo que sale de su boca; «Estamos vendiendo Empanadas y Fatay, para pagar los costos de los chicos que van a ir al mundial».
Su Familia, sus hijas y su nieta de cuatro años, son evidentemente un faro en su pensamiento; «Quisiera estar más tiempo con ellas, con mi mujer, con mi mamá, pero estoy mucho tiempo haciendo cosas y ellas lo entienden y lo entienden porque saben que lo que busco es un mundo mejor para ellas. Yo quiero dejar algo a mi nieta y a todos es este mundo. HAY QUE PENSAR EN EL OTRO ESA ES LA MANERA…» dice el ex Arquero del Barrio Villa Zula, criado a la vera del Canal, con «el tano» y su quinta y sus amigos de siempre.
Ya es hora de cerrar, los cafés ya no existen y varias facturas han sido debidamente comidas por todos, menos por el SABONIM que se cuida.
El dueño del Bar grita que ya todo está pago, algún oyente se apiadó de nosotros y nuestros bolsillos flacos, «Anibal Fernandez Intendente», grita uno desde una mesa lejana, El Campeón sonríe, agradece y marca; «No es lo mio», aunque muchos soñamos con verlo alguna vez manejando el deporte en la Ciudad. Medallas y apoyo no le faltan al TRES VECES CAMPEÓN MUNDIAL.