El mes de agosto se perfila como un nuevo desafío para el bolsillo de los argentinos, especialmente para los residentes del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y, por extensión, para el resto del país. Con el inicio del nuevo mes, se confirmaron importantes aumentos en servicios esenciales como el transporte público y el agua, sumándose a la persistente presión inflacionaria sobre los precios de los alimentos.

Transporte y Servicios: El Ajuste Continúa su Marcha

Los usuarios del transporte público serán los primeros en sentir el impacto. A partir del 1º de agosto, viajar en subte en CABA costará $1.032, superando la barrera de los mil pesos por pasaje por primera vez. Paralelamente, el boleto mínimo de colectivo en el AMBA se elevará a $509. Estos ajustes se basan en una fórmula que considera la inflación de los dos meses previos más un 2%, reflejando la dinámica de costos que atraviesa el sector.

El rubro de servicios no da tregua. Las tarifas de agua y saneamiento para los usuarios de AYSA experimentarán un incremento del 5,16%, llevando la factura promedio sin impuestos a más de $18.799. Con impuestos, el monto superará los $22.700. Este ajuste mensual se rige por una fórmula que incluye índices de salarios, precios mayoristas e inflación del INDEC.

Aunque no hay porcentajes fijos preestablecidos para todos, se esperan posibles subas en combustibles, que suelen ajustar mes a mes en línea con la política de precios de las petroleras y el tipo de cambio. Las cuotas de colegios privados con subvención estatal en CABA y la provincia de Buenos Aires también verán incrementos de hasta 5% y 7% respectivamente. Además, se anticipan nuevos ajustes en peajes, y es común que telefonía celular y prepagas renueven sus tarifas.

Alimentos: La Inflación Sigue Marcando la Agenda

En cuanto a los alimentos, el panorama es más incierto pero no menos preocupante. Si bien el gobierno mantiene expectativas de una desaceleración inflacionaria, el rubro de alimentos y bebidas sigue siendo uno de los más volátiles. No se anuncian porcentajes fijos de aumento con antelación, ya que sus precios responden directamente a la oferta, la demanda y, fundamentalmente, a la inflación general de la economía.

Se anticipan variaciones en productos estacionales, como frutas y verduras, que pueden sufrir alzas por factores climáticos o de estacionalidad. Es importante destacar que programas de contención como «Precios Cuidados» ya no están vigentes, y la Tarjeta Alimentar mantendrá sus montos sin cambios en agosto, oscilando entre $52.250 y $108.062 según la cantidad de hijos, lo que no representará un alivio adicional frente a posibles aumentos de la canasta básica.

En definitiva, agosto presenta un escenario económico complejo para las familias argentinas, con aumentos confirmados en gastos ineludibles y la incertidumbre sobre la evolución de los precios de los alimentos, todo en un contexto donde el poder adquisitivo sigue bajo presión.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *