La Presidenta del Consejo Escolar de Berisso, Elizabet Franchi, en la última reunión que tuviera con los padres de los alumnos que concurren a la Escuela N° 18, a la cual se le volara el Techo en Diciembre del año pasado, aseguró en medio de criticas a la anterior gestión y chicanas a la oposición, que la Escuela estaría lista para el comienzo del ciclo lectivo, es decir ésta semana. Pero la realidad y los obreros indican que eso no es posible.
Sin entenderse todavía la demora en la reparación, Franchi, quien despúes de la queja de los padres y maestros, salió desesperada a ocuparse de lo que hasta el momento no se había ocupado, pidiéndole al Ejecutivo Dinero, para esta vez si, contratar profesionales que solucionen el problema, como se debió hacer desde un principio.
De éste modo, el propio Secretario de Finanzas Municipales, Alberto Amiel, confirmó en una entrevista con éste medio, que le había extendido un cheque al Concejo por más de un millón de pesos, hace apenas unos 10 días, asegurando además que el propio cuerpo de Consejeros contaba con unos cientos de pesos más de una partida especial que vino exclusivamente para éste inconveniente; es decir que tanto padres como alumnos se preguntan ¿por que no se hizo esto antes?
Sin que esa respuesta se pueda dilucidar, obreros de dos Empresas trabajan a destajo para apurar unas obras que, mal hechas en un principio, deben terminar en pocos días. Al respecto INFOBERISSO, logró recorrer la obra y hablar con los encargados, quienes aseguraron que van bien aunque todavía queda mucho trabajo por hacer, no solo de albañilería, sino también de plomería ya que se deben quitar algunos elementos de los baños para terminar la construcción.
Mientras evidentemente, una vez más, la palabra de la Presidenta del Consejo queda en Falta, los alumnos que deben empezar las clases lo harían en otros colegios como puede ser la Escuela 22, más allá que aunque parezca mentira, mucha gente del oficialismo, está rogando que el paro docente se extienda para que los deje terminar la obra y no sufrir más el enojo de los padres que ya se han mostrado indignados con los responsables de la situación que hoy viven sus hijos.