Viejos tiempos aquellos en que JORGE NEDELA, en los días de inundación, se calzaba las botas y salía a recorrer los barrios.


Tal vez por desidia o porque CAMBIEMOS lo cambió, pero ya no se lo ve, ni a él ni a ninguno del Ejecutivo ayudando a los vecinos en los barrios más afectados por las inundaciones.

Aquel hombre que en el 2015 se decía cerca de los berissenses y exigía respuestas del intendente de turno, no se lo vio por estos días por los barrios más necesitados donde la lluvia no es solo agua, sino que acarrea múltiples inconvenientes.

«El barrio acá no tiene desagües, ni cloacas. Nosotros no estamos pidiendo una casa nueva, más allá de que la necesitaría porque estoy viviendo en pleno barro.

NO TENGO TECHO TENGO UNA LONA DE TECHO Y CON ESO DIGO TODO. LO QUE RECIBÍ DE AYUDA DEL MUNICIPIO FUE UNA LONA PARA MI TECHO, SUPUESTAMENTE PORQUE NO TENÍA HECHO EL CAMBIO DE DOMICILIO…» expresó Valeria, vecina de la zona de Santa Teresita.

Las aguas servidas, los colchones mojados, la ropa húmeda, el barro y el agua dentro de las casillas, son todos focos infecciosos y transmisores de enfermedades varias que van desde neumonías hasta infecciones generalizadas, mucho más cuando hablamos de chicos.

Pero aquellos que tanto pregonan «trabajar para el vecino» o que venían a «enseñar lo que era justicia social» o que en éste último tiempo insisten en decir que estamos mejor que antes NO APARECEN POR LOS BARRIOS y así en medio de las alertas meteorológicas, el abundante agua, los apagones continuos y el frío reinante en estos últimos días dejaron en desamparo barrios como Santa teresita, Santa Cruz, Villa Nueva, Villa Argüello, Villa Paula, El Carmen y tantos otros donde los vecinos aún esperan la ayuda del Estado. Un Estado al que parece habérselo llevado el agua.

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