Una tarde de verano terminó en tragedia el pasado viernes 26 de diciembre cuando un joven de 23 años perdió la vida tras arrojarse a las aguas del río en la Isla Paulino. El incidente, que tuvo lugar en un sector no señalizado para el baño, reabre el debate sobre la seguridad en las costas y la importancia de respetar las zonas de prohibición en momentos donde la afluencia de público aumenta por las altas temperaturas.

El operativo de emergencia se activó luego de que la Prefectura Naval Argentina de Ensenada recibiera un alerta sobre una persona que había sido rescatada del agua por sus propios familiares, aunque lamentablemente ya no presentaba signos vitales. Ante la complejidad del terreno, efectivos de la Comisaría Berisso Primera debieron desplazarse hasta el sitio en una embarcación de Defensa Civil para tomar intervención en el caso.

Durante las primeras horas de la madrugada del sábado, una lancha del SAME Base 3 arribó a la isla y los profesionales médicos confirmaron el deceso de Matías Braian De la Cruz, quien era residente de la zona. Las autoridades judiciales han caratulado la causa inicialmente como «averiguación de causales de muerte», mientras se espera que los resultados de la autopsia arrojen luz sobre las circunstancias exactas que llevaron al trágico desenlace.

Las pericias preliminares sugieren que se trató de un hecho accidental, ocurrido en un sector donde está estrictamente prohibido ingresar al agua. Además de la falta de habilitación del lugar, el suceso ocurrió fuera del horario de cobertura del servicio de guardavidas, un factor determinante que reduce drásticamente las posibilidades de asistencia inmediata ante una emergencia. Las corrientes de la zona y la profundidad variable del lecho del río representan riesgos invisibles pero letales para quienes ignoran las advertencias oficiales.

Por orden de la UFI N° 6, la Policía Científica trabajó en el lugar de los hechos y el cuerpo fue trasladado por la morguera judicial para completar los trámites legales correspondientes. Desde los organismos de seguridad y emergencia reiteraron el pedido a la comunidad de extremar los cuidados, recordando que las zonas no autorizadas carecen de vigilancia y presentan peligros naturales que pueden derivar en consecuencias fatales como la ocurrida este fin de semana.

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