Una Asamblea General en el histórico Astillero Río Santiago (ARS) celebrada este lunes se convirtió en un explosivo foco de malestar. Lejos de apaciguar los ánimos, el encuentro expuso la profunda fractura entre la base de trabajadores y la conducción del sindicato ATE, a cargo de Francisco Banegas, con fuertes reclamos de investigación y denuncias de desmanejo de fondos e impunidad.


Según declararon operarios que asistieron al encuentro, la asamblea se desarrolló en un clima de gran tensión y debió ser interrumpida en varias ocasiones por discusiones. La principal queja esgrimida por los trabajadores es que no se trataron los puntos por los que originalmente fue pedida la reunión, centrada en la situación interna.

Denuncias de Doble Vara y Fondos Opacos
Los ejes del descontento fueron contundentes:

  • Comedor y Recursos: Hubo acusaciones directas sobre el mal manejo de los fondos del comedor. Un operario expresó con indignación: «Nos dan un sándwich de fiambre y una naranja, mientras se habla de millones en caja».
  • Ascensos y Beneficios: Los trabajadores denunciaron ascensos arbitrarios, favoritismos y la existencia de beneficios internos para ciertos afiliados, lo que consideran una «doble vara».
  • Ausentismo Impune: Se cuestionó duramente la presencia de empleados que supuestamente «no asisten a trabajar hace años» sin recibir sanciones, mientras al «operario común le descuentan el día por llegar una hora tarde».

“Acá hay una doble vara, y la paciencia se agotó”, afirmaron fuentes del sector productivo, quienes manifestaron sentir que el manejo de las categorías laborales «es una prueba más de la impunidad con la que se mueven» los dirigentes.

Pedidos de Investigación y Desafiliación

La bronca escaló al denunciarse que, a pesar de la supuesta falta de presupuesto en el ARS, continúan ingresando nuevos trabajadores vinculados directamente al gremio. «¿Si no hay plata, por qué siguen entrando familiares y allegados del sindicato?», interrogaron fuentes internas.
El desborde de la asamblea se tradujo en acciones concretas: decenas de afiliados plantearon la posibilidad de desafiliarse del sindicato y, a modo de cierre, los trabajadores exigieron formalmente que se investiguen las cuentas de los dirigentes sindicales.

La Agenda Gremial de ATE

En contraste con los reclamos internos, la conducción de Banegas puso a consideración de la asamblea su propia agenda, que incluyó:

  • Una movilización a Casa de Gobierno.
  • El repudio a las políticas de la gestión del presidente Javier Milei.
  • Un pedido de recomposición salarial.
  • La solicitud de renuncia de funcionarios del Astillero, apuntando principalmente al gerente general, Gonzalo Ibendahl.
  • Sin embargo, para la mayoría de la base, esta agenda no abordó los puntos críticos de la convocatoria, alimentando la sensación de que la asamblea fue utilizada para desviar la atención de los problemas internos del gremio. La tensión en Astillero Río Santiago parece estar lejos de ceder, con la base de trabajadores exigiendo transparencia y el fin de lo que consideran un «manejo opaco» en el complejo naval.

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