Una vecina del barrio Villa Nueva de Berisso, en la intersección de calle 8 y 140, ha elevado una queja que desnuda una doble problemática que afecta a la calidad de vida en la zona: la falta de planificación en las obras municipales y la persistente irresponsabilidad de algunos habitantes que convierten las calles en basurales a cielo abierto.
El material fílmico aportado por la residente, grabado de noche y a la luz del día, muestra un panorama desolador: calles de tierra y barro con restos de obras, señalización precaria y, en las veredas, montañas de residuos esparcidos que atraen plagas y obstruyen el paso.
El reclamo de la vecina se centra en la aparente desarticulación de las tareas municipales. «No terminaron allá que ya rompen en el otro, generando más problemas«, señala la denunciante, refiriéndose a los trabajos de infraestructura en las calles.
El video ilustra esta queja, mostrando un tramo de calle que parece haber recibido una capa de material asfáltico o alquitrán, seguido de otro tramo totalmente intransitable, levantado y lleno de tierra y escombros, lo que genera barro e impide una circulación fluida, especialmente ante la presencia de agua estancada.
Junto a la queja por las obras, la residente apunta duramente a la responsabilidad de sus propios vecinos por los basurales. «Los basurales son culpa de los vecinos«, afirma de manera contundente.
La mujer detalla los horarios del servicio de recolección para desmentir cualquier excusa sobre la frecuencia:
- Paso 1 (Calle 8): Pasa todos los días, aproximadamente a las 6:50 am.
- Paso 2 (Calles secundarias): Pasa a las 10:30 am.
Sin embargo, el esfuerzo no parece ser suficiente o respetado. Según la denuncia, «A las 12 del mediodía hay basura otra vez», lo que demuestra un patrón de descarte de residuos fuera de horario que anula la función del servicio de higiene urbana. Las imágenes capturan veredas y zanjas repletas de bolsas, botellas y desechos orgánicos, incluso cerca de las vallas de contención de las obras, agravando el riesgo de inundación y creando un foco infeccioso que deteriora el entorno barrial.
El caso de Villa Nueva, en Berisso, expone la tensión entre el rol del municipio en la provisión de infraestructura y la necesidad urgente de una mayor conciencia ciudadana para mantener la higiene y el orden público.