La interna del partido La Libertad Avanza (LLA) en Berisso atraviesa un momento de alta tensión, con la figura del candidato a primer concejal, el empresario Alejandro Aguirre, en el centro de las miradas. Aguirre, un rostro poco conocido en la política local, habría sido designado por los controvertidos «armadores» Osaba y Sebastián Pareja, ambos bajo la lupa por múltiples denuncias y señalamientos de irregularidades.
Osaba, quien no pudo ser candidato en La Plata por denuncias de pedido de dinero a una funcionaria de PAMI, y Pareja, cuya salida es reclamada por gran parte del electorado libertario, son señalados como los «padrinos políticos» del armado de LLA en Berisso. Sobre ellos pesan graves acusaciones de «venta de puestos», un escándalo que incluso llevó al vocero libertario Alejandro Fantino a exigir públicamente su expulsión del partido. En este contexto, en Berisso resuena con fuerza el rumor de que el propio empresario Aguirre habría «comprado» su lugar en la lista.
La situación se complica aún más con la viralización de un audio del coordinador libertario de Berisso, Fabián Lagorio, en el que se lo escucha hablar de dinero y porcentajes relacionados con cooperativas, añadiendo una capa más de opacidad a la ya convulsionada interna local.
Más allá del peso y el posicionamiento nacional del partido del Presidente Javier Milei, la campaña en Berisso se perfila como un desafío cuesta arriba para los libertarios. En sintonía con el pensamiento presidencial, deberían presentar a los vecinos una propuesta que les exige aunar esfuerzos y recursos propios para obras de infraestructura como luminarias o asfaltos, en lugar de esperar la intervención estatal. Es decir, con salarios que superan los tres millones de pesos, su rol se limitaría a la fiscalización de la recaudación municipal y la búsqueda del «déficit cero», una tarea que, paradójicamente, ya es impulsada por el actual intendente, Fabián Cagliardi, quien también pregona un «superávit» municipal «fantasma» al estilo de Milei.
Con un candidato desconocido, la ausencia de propuestas concretas para los berissenses y envueltos en una serie de escándalos internos, los libertarios de Berisso parecen apostar todas sus fichas al «arrastre» de la figura presidencial para lograr un buen desempeño en las próximas elecciones.