La arena política bonaerense se calienta y las tensiones internas en el peronismo se hacen visibles. Un muro en la ciudad amaneció hoy con una pintada que rezaba: «Cagliardi Otario Cristina es candidata donde se le canta los ovarios» el cual rápidamente el jefe comunal mandó a tapar. Esta manifestación callejera surge en medio de las recientes declaraciones del intendente Fabián Cagliardi, quien cuestionó la posibilidad de una postulación de Cristina Fernández de Kirchner, generando un revuelo que incluso resonó en medios nacionales.
Las declaraciones de Cagliardi, publicadas recientemente por éste portal bajo el título «De nada sin Cristina a nada con Cristina: Cagliardi atacó a la presidenta del PJ«, señalan la distancia del jefe comunal con la figura de la ex presidenta, con una crítica frontal y hasta desmedida a Cristina Fernández de Kirchner, todo, mientras el Gobernador Axel Kicillof y supuesto «Jefe político» de Cagliardi, se sienta a acordar una lista de unidad con la ex presidenta.
Obviamente la polémica no tardó en trascender el ámbito local. La intervención de Cagliardi fue rápidamente tomada por figuras del periodismo alineadas con el actual Gobierno de Milei, como Jonatan Viale, quien ni siquiera sabe quién es Cagliardi pero lo utiliza y Eduardo Feinmann amplificando los comentarios del intendente y utilizando su palabra para abonar a la narrativa anti-peronista y señalar supuestas divisiones.
El mural callejero en Berisso, con su lenguaje explícito y desafiante, es un claro reflejo de la molestia de un amplio sector que Cagliardi intenta minimizar, ante lo percibido como un giro político por parte de Cagliardi. La frase «Cristina es candidata donde se le canta los ovarios» no solo reafirma el apoyo a la ex mandataria, sino que también subraya su autonomía y su poder de decisión, más allá de las opiniones de otros actores menores como Cagliardi.
Este episodio marca un punto de inflexión en la relación entre el intendente de Berisso y el sector más ortodoxo del kirchnerismo, evidenciando las fricciones y realineamientos internos de cara a futuros escenarios electorales. La pintada callejera, más allá de su carácter anónimo, se erige como un mensaje contundente en el debate político local y provincial.