En una actividad muy característica de cualquier zona portuaria, como lo es el dragado del río para permitir, sobre todo, la navegación de los barcos de mayor porte, en nuestra región se produjo un evento poco habitual: la aparición de un artefacto explosivo cuando descargaban la arena succionada entre las ciudades de Berisso y Ensenada.
De esta tarea, según pudo saber este diario, participó el buque “Afonso de Albuquerque”, el cual, cuando depositaba el material en el área determinada, dejó ver la cabeza de un proyectil de mortero.
Se presume que ese artefacto explosivo podría llevar casi 70 años bajo el agua y, si bien se desconoce las causas por las que no se activó al ser lanzado, tal vez esa situación sí pueda explicar por qué no estalló cuando lo levantaron, el 7 de agosto pasado.
De acuerdo a fuentes del caso, el aparato quedó a resguardo dentro de una tolva, en un sector del predio de la Prefectura Naval Argentina, y hoy será motivo de análisis por parte de peritos de la Dirección de Arsenales, dependiente del Ejército Argentino.
Por qué se sospecha que ese mortero podría datar de 1955, porque ante una consulta sobre la posible pérdida, robo o extravío de un proyectil de esas características o similares, la Escuela Naval Militar, la propia Armada Argentina y, el Ejército, respondieron de manera negativa.
Como se sabe, el 16 de septiembre de 1955, en el marco de la llamada “Revolución Libertadora”, hubo un bombardeo en la zona del Barrio Campamento de Ensenada.
Hablan de cerca de 50 aviones descargando explosivos en esa área, por lo que no se descarta que el artefacto hallado provenga de esa acción aérea.
En la causa, cabe destacar, tomó conocimiento el Juzgado Federal N° 1 de La Plata, a cargo del Dr. Alejo Ramos Padilla, quien ordenó recabar datos.