Todo comenzó cuando una vecina le contó a la policía el indignante momento que vivió, cuando al salir del baño de su casa, se topó con un hombre en el comedor, el cual revisaba su cartera. Al verse sorprendido éste la amenazó, obligándola a entregarle el dinero, para luego darse a la fuga corriendo.
La denunciante, constató también el faltante de su teléfono celular, y declaró a los efectivos policiales que reconocía al sujeto y era vecino del barrio.
Rápidamente y con los registros fílmicos aportados desde el Centro de Monitoreo Municipal, no solo se logró identificar al sujeto, sino que además se conoció que días antes también había robado un secarropas en el barrio.
Ante todo ésto se le dió intervención a la UFI en turno, quien dispuso el allanamiento en una vivienda de calles 125 entre 18 y 18 bis, dónde se atrapó al ladrón.