En la jornada de éste día martes, el Cagliardismo se auto aprobó, con una mayoría propia, las cuentas del 2022, en una sesión del Honorable Concejo Deliberante en dónde el clima lo pusieron militantes y trabajadores.
Con hinchada propia, conformada por algunas «coordinadoras sin puesto» y la ex macrista que hoy se autodefinen «cagliardista pura», Mariela Cincotta, 11 ediles que responden al Intendente Fabián Cagliardi, aprobaron, en medio de abucheos, la rendición de cuentas 2022.
En medio de un recinto lleno de trabajadores de UOCRA y militantes, los 20 ediles discutieron la rendición de cuentas, «equilibrada», que presentó el ejecutivo.
Por parte del intendente, quien tomó la palabra fue la edil Miriam «Pelusa» Larrañaga, quien defendió el expediente destacando el «equilibrio fiscal» y la supuesta «transparencia» de la gestión, cuestión que fue repudiada con silbidos por los asistentes.
En un supuesto reconto de virtudes, Larrañaga, apuntaló su discurso en la cantidad de Obras, el trabajo en las escuelas, cancelación de deuda, alimentos, etc, teniendo como particularidad que cada anuncio de los supuesto logro, recibía una desmentida desde las gradas.
Con una notoria incomodidad, Larrañaga, achicó su discurso y dejó su turno al micrófono, dando pasó a Vanesa Queyffer, única integrante del Bloque del Frente de Todos que fue aplaudida por los asistentes, al decir; «no puedo aprobar esta Rendición de Cuentas a la que sólo le cierran los números contables. Hay nueve empresas tercerizadas, contratadas por el municipio (cooperativas), que cobran más de 300 millones de pesos».
Haciendo hincapié en la falta de transparencia, el ocultamiento de datos y el abandono a los vecinos, Vanesa Queyffer, quien fue de las pocas en recibir silencio de propios y ajenos para exponer, señaló que estamos frente a «un intendente que no cumplió y no me gusta que me mientan en la cara»
Di Renta, Nanni y Topich por la oposición también dieron su parecer, aunque debieron, al igual que Larrañaga anteriormente, sufrir a un sector cagliardista, quienes le recriminaron lo hecho en la gestión de Jorge Nedela
Por su aparte, Agustín Celi, del Frente Renovador, recordó los aumentos de tasas, las privatizaciones y apoyó los conceptos de su compañera Vanesa Queyffer.
Para el final de las alocuciones quedaría, Gabriel Marotte, el más acérrimo defensor cagliardista, quien discutió continuamente con los asistentes y tuvo un discurso de defensa más propio de la campaña que de un edil.