De cara a las elecciones de éste año, el sector del Intendente de BERISSO, Fabián Cagliardi, organizó un asado «en busca de apoyo», según sus soldados más cercanos, en dónde poder «mostrar» su poder.
Pero lejos de la «unidad de acción», los sectores de la «vieja guardia», pusieron en claro que quieren puestos en el Ejecutivo y los quieren «ya».
Con duras críticas a los «jóvenes cagliardistas», los ex funcionarios criticaron la gestión, pero sin «pegarle al Jefe»; «es culpa de estos inútiles que lo rodean» repiten una y otra vez, desde los sectores de Slezack y Mincarelli, que lejos de levantarse de la mesa, postulan a los propios para «encontrar el rumbo».
La cuestión es que , hábil para los negocios, Cagliardi le sigue diciendo a todos que sí y saca fotos de una unidad que lejos está de ser concreta y deja que todos se preparen para las negociaciones.
Mientras que desde su sector, los funcionarios ven el BERISSO de Disney, desde el slezackismo no dejan de lanzar «piedras internas», al igual que lo hace el mincarellismo, a la vez que piden los puestos de Iovanovic (sec de Gobierno), Curuchet (Personal), Borga (Salud) y el desplazamiento inmediato de Martin Fernández (una especie de privado).
Lo cierto es que solo faltan algunas semanas para la lista que deberá conformar el actual Jefe comunal y su sector se a convertido en un Gran Hermano, dónde el Jefe manda, pero tienen vía libre para eliminarse entre ellos.