Asaltaron y redujeron al dueño y a un empleado de la casa velatoria Flamini. Se llevaron 200.000 $ en efectivo y unos 5000 dólares

El hecho ocurrió en la casa velatoria de 11 y 163, donde redujeron y asaltaron al dueño y a un empleado. La tradicional casa velatoria de nuestra ciudad, con 60 años de trayectoria en el mercado, tampoco quedó exenta a la inseguridad, que viene pegando duro en la Región. Es que acaba de registrar su primer episodio delictivo y con algunos matices que alimentan una fuerte sospecha: el atraco no habría sido cometido al azar.

Todo se inició a las 0.30 de ayer, cuando Carlos Flammini (70), dueño de la funenaria “Flammini”, se hallaba durmiendo en un departamento privado de la planta alta de esa propiedad, mientras que un empleado estaba a cargo del local. Precisamente, fue ese dependiente quien escuchó el sonido del timbre. Por eso atendió el llamado y se encontró con un hombre de unos 50 años, que argumentó que necesitaba saber sobre el costo de un servicio. La farsa quedó al descubierto en cuestión de un puñado de segundos, ya que enseguida reveló cuál era sus reales intenciones. De acuerdo a lo que pudo saber este diario, tras mostrarle que ocultaba un arma de fuego en la cintura, el delincuente le ordenó que le abriera la puerta de entrada a su cómplice.

“¿DÓNDE ESTÁ CARLOS?”

El dueño de la casa velatoria fue quien, en la tarde de ayer, contó los pormenores del angustiante asalto. Flammini mencionó que, en primer lugar, su empleado fue indagado para saber “dónde estaba yo, que me llamaron por mi nombre, pese a que no los conozco”. No fue el único dato que lo sorprendió, porque “una vez que los dos ladrones subieron a mi departamento (en el piso superior de la cochería), tras despertarme con el revólver en la cabeza, se sintieron molestos porque mi perra les ladraba”. La mascota en cuestión, detalló, es una yorkshire blanca con manchas negras de 5 años y que se llama “Luna”.

“Lo curioso del caso es que uno de los delincuentes me dijo `hacela callar a Luna´, como si la conociera o si le hubiese comentado alguien el nombre de la perra”, reflexiona desconcertado. Acotó que “es muy extraño que hayan venido a robarme y sabiendo mi nombre y el del animal”. Los pesquisas ya tomaron nota de esta particular cuestión. Cuando los asaltantes sintieron que la situación estaba bajo su control, se dedicaron a revisar minuciosamente cada rincón del departamento y de la casa velatoria.

Al requerirse saber qué cantidad de dinero le sustrajeron, Flammini se limitó a informar que “se llevaron algunos pesos y también dólares, que estaban destinados a cumplir con diversos pagos”. Si bien el comerciante declinó precisar los montos, un reporte oficial sobre este hecho aludió a que los delincuentes se alzaron con un botín de “200.000 pesos y 5.000 dólares”. Flammini admitió además que los intrusos “robaron dos celulares, uno de la empresa y el restante de mi empleado, así como también una valija donde guardaba un traje de moto”. Sumó luego que “al teléfono nuestro en la huida lo descartaron a una cuadra, en 12 y 163”.

“SE QUEDARON 15 MINUTOS”

Asimismo, el dueño de la funeraria precisó que “por lo que mostraron tanto las cámaras de seguridad del local como las cámaras que están en la calle, estos delincuentes estuvieron acá 15 minutos”. Recordó que “el mayor de los dos era canoso y vestía una campera de abrigo y un pantalón de jean. El que lo acompañaba, tenía ropa deportiva y una gorra con visera”. También memorizó que “vinieron con los barbijos puestos y además con precintos, aunque a estos últimos por suerte no los usaron”.

No obstante, antes de emprender la fuga del lugar, tomaron otra medida con Flammini y su empleado. “A mi empleado le dieron un empujón y lo metieron por la fuerza en el baño. Pero también me encerraron ahí, luego que me tuvieran antes sentado en una silla”, reflejó. Una vez que los asaltantes estaban en plena fuga, el comerciante realizó sendas llamadas telefónicas. Una de ellas, a un hijo que vive en La Plata y que rápidamente se dirigió al lugar donde estaba su padre.

“Juntos fuimos luego a radicar la denuncia en la comisaría primera ”, señaló. Instantes después, Flammini se comunicó con el 911, para alertar sobre lo sucedido. Minutos después, una comitiva policial se presentó en esa casa velatoria y rápidamente los oficiales organizaron un rastrillaje por la zona que, sin embargo, no posibilitó dar con ambos ladrones, aún prófugos.

Fuente diario el dia

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