El triunfo de Argentina sobre Inglaterra en 1986 es una de las hazañas más importantes del fútbol nacional a nivel selecciones, pero no fue la primera celebración ante el país colonizador por excelencia por parte de la celeste y blanca en un mundial, para eso vamos a viajar a México 50 años hacia el pasado.

El 16 de agosto pasado, a nivel nacional, se conmemoró por primera vez el Día de la Futbolista Argentina, declarado por la Ley 27.596 el 20 de diciembre de 2020 en la cámara de senadores. ¿Cuál es el motivo por el cual se estableció este día? Un 16 de agosto, pero de 1971, Elba Selva le convirtió 4 goles a Inglaterra en el triunfo por 4 a 1 por la 2da fecha del Mundial de fútbol femenino realizado en México.

Existen distintos sucesos que marcaron la historia del fútbol femenino argentino, ya sea a nivel selección como a nivel clubes, que son reconocidos de manera oficial, como el inicio de la Selección Argentina bajo la órbita de AFA y el comienzo de la Liga de fútbol femenino, ambos en 1991, el primer título nacional (Copa América) en 2006, los primeros puntos en un Mundial, con una remontada tras ir tres goles abajo vs Escocia incluida, y la profesionalización del torneo local, ambos sucesos en 2019. Pero una de las fechas más importantes en la vida futbolística argentina no ha sido reconocida por los medios, ni tampoco por las instituciones que rigen el fútbol como AFA y FIFA: la participación argentina en el Mundial de Fútbol femenino de México 1971.

En ese momento, la presencia femenina, debido a las restricciones que imprimía, y aún trata de sostener, el machismo y las reglas “naturales” del fútbol, se circunscribía a la competencia no oficial, con escasos clubes, ausencia total de recursos que fomenten la disciplina y exhibiciones que se desarrollaban en la previa a los partidos del fútbol masculino. Uno de los tantos grupos formados para llevar a cabo una de las exhibiciones fue invitado, a través de empresarios encargados de la organización, al Mundial que se llevaría a cabo en México.

Según la FIFA, ente organización del fútbol a nivel mundial, y su “historia del fútbol”, el primer Mundial de fútbol femenino fue el organizado en 1991, pero esto no es así. En 1970 se organizó, de manera no oficial, un Mundial femenino en Italia, con Dinamarca como campeona, y al año siguiente la organización se trasladó a México; en ambos certámenes se repartieron invitaciones a distintos países, estando entre las participantes, en el segundo, Dinamarca, Italia, México, Inglaterra, Francia y Argentina.

La preparación para el Mundial estuvo plagada de claroscuros. Al momento de viajar, carecían de botines, entrenador, masajista, tenían una camiseta que se echó a perder en el primer lavado y la ropa deportiva la recibieron de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), institución que también prestó sus canchas para los entrenamientos de preparación. Una vez llegadas a México, la organización del Mundial les obsequió unas camisetas de mejor calidad junto a botines para todo el plantel.

Toda la competición se disputó en el Estadio Azteca y el formato constó de dos grupos con tres equipos cada uno. Por un lado, estaban Francia, Dinamarca e Italia, por el otro, la Selección Argentina estuvo acompañada por México e Inglaterra. El debut fue el 15 de agosto ante el local, y en un encuentro plagado de fallos a favor de las mexicanas, Argentina perdió por 3 a 1.

Elba Selva, autora de los cuatro goles ante Inglaterra, define ante la débil resistencia inglesa.

Foto: La Nación.

Para el segundo encuentro, se sumó Norberto Rozas, argentino que jugó en el fútbol mexicano, como entrenador, algo que le dio sentido táctico al equipo, plasmado en el desarrollo del partido ante Inglaterra. Fue la tarde soñada por Argentina y por la delantera Elba Selva. Tras un comienzo parejo donde Argentina se puso en ventaja por medio de Selva e Inglaterra igualó las acciones, la 9 argentina se despachó con tres goles más para concretar su póker y derrotar por goleada a las inglesas por 4 a 1. En la previa, el físico de las jugadores isleñas parecía imponerse pero a la hora del juego, las argentinas aplastaron a Inglaterra en una premonición de lo que haría Diego 15 años después.

Tras este partido, la popularidad de las argentinas explotó entre los mexicanos, quienes les pedían fotos y autógrafos que las jugadoras tradujeron en ingresos que les permitían subsistir en el país norteamericano y enviarles cartas a sus familiares en Argentina. No todas las repercusiones fueron agradables, porque el diario Clarín, al informar sobre la actuación argentina en México, publicó una nota con el título “El fútbol no es para chuchis” donde escribió lo siguiente: “Las ves moverse con esa torpeza insuperable […] Esto sólo es cosa para varones de pelo en pecho y galladura fuerte”, siendo un mensaje con el cual el fútbol femenino ha tenido que luchar desde el inicio del fútbol en el país.

Con tres puntos, Argentina se clasificó a semifinales donde enfrentó a Dinamarca, la campeona del certamen de 1970. Pese al ritmo que había acumulado con los dos partidos previos y la incorporación del técnico, el platel sufrió dos traspiés: cuatro días antes del partido el micro que las llevaba a entrenar chocó contra una camioneta con saldo de heridas, mientras que Marta Soler, una de las jugadores titulares, se lastimó la rodilla jugando al fútbol en una excursión. El resultado fue implacable: 5 a 0 fue triunfo para las danesas.

Las argentinas obtuvieron el cuarto puesto en su primera participación mundialista.

La despedida de México tuvo dos partidos más. El primero fue parte de la competencia, donde enfrentó a Italia por el 3er puesto y salió derrotada por un inapelable 3 a 0, donde la acumulación de cansancio, golpes y lesiones mermaron al plantel, y el segundo fue un amistoso ante la selección local para recaudar dinero y repartir ganancias. Tantas fechas consideradas oficiales fueron utilizadas para ocultar una historia que el crecimiento del fútbol femenino y un gran trabajo de revisionismo deportivo permitieron que tenga la voz que merece, como así también el recuerdo y el reconocimiento a las primeras jugadoras argentinas que no sólo representaron al país en una competencia internacional, sino que también consiguieron la primera de las dos grandes victorias de Argentina ante Inglaterra.

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