Este homenaje a Larrea que hoy está en Avenida Montevideo y calle 4, fue en realidad parte de un monumento a la Primera junta de Gobierno que hasta 1913 fue el monumento más grande y visible de la ciudad La Plata y estaba el dedicado a la «Primera Junta de Gobierno».

Este monumento fue encargado por el Dr. Dardo Rocha y ejecutado por el escultor Abraham Giovanola y se componía de nueve figuras en mármol de los integrantes de la primera Junta rodeando un pilar con la imagen de La Libertad.


Las Como tal, no solo son objetos que embellecen un espacio público, sino también resultan importantes objetos para la educación y reafirmación ideológica y es por esto que el entonces Gobernador Dardo Rocha, puso su mayor esfuerzo en dicha empresa.


Para ello el gobernador contrató el reconocido escultor italiano Pietro Costa, profesor de la Real Escuela de Bellas Artes de Italia, por un monto de 23.000 francos. El encargo fue por la construcción de nueve estatuas en mármol blanco de 2 metros cada una, aunque en ese momento no existía una idea precisa de cómo se emplazarían exactamente.


Esa última tarea de diseñar el monumento recayó en el artista Lucio Rossi, pero la crisis económica de 1890 demoró la tarea hasta que, en septiembre de 1900 se aprobó ley 2714 para la construcción del complejo.

Las obras comenzaron al año siguiente, pero las diferencias entre Rossi y funcionarios municipales culminaron en caducidad del contrato, en 1902, y el artista fue remplazado Abraham Giovanola, de origen milanes.


Los trabajos se retomaron, y en 1903 el histórico Monumento a la Primera Junta de Gobierno vio la luz, aunque con bastantes modificaciones y tal como muestran las postales de la época, los revolucionarios de 1810 rodean una columna jónica que eleva la imagen de una mujer: “La Libertad”, con unos inmensos 20 metros de altura y 16 de ancho que se encontraba rodeado por unas escalinatas y en dónde eventualmente también se colocaban banderas argentinas junto a cada estatua.


Este proyecto fue duramente criticado desde su inauguración por la falta de estética y por los rotundos cambios; el senador López Cabanillas afirmó: “tiene algo del cementerio de Don Juan Tenorio» (sesión de la cámara alta del 19 de julio de 1909).


Tras ser desarmado algunas de las estatuas fueron re-ubicadas en diferentes plazas, mientras que otras se extraviaron por varios años.

Si bien se había dispuesto que las nueve figuras sean resguardadas hasta que el monumento encontrase querencia, alguien pensó que arrumbarlas era un desperdicio y propuso distribuirlas por las plazas platenses, cuestión que tampoco fue tan sencilla.


Así fue como el primer presidente patrio, Cornelio Saavedra, fue trasladado al parque que lleva su nombre en 13 y 66.

Juan José Paso, tuvo su lugar en su propia plaza de 13 y 44 donde llegó en 1920. Ese mismo año, pero en 1 y 66, le hicieron una plaza a Domingo Matheu.


Para Manuel Belgrano habían previsto un espacio en 13 y 38. pero La burocracia triunfó, terminando en un depósito hasta que fue rescatado y trasladado a Ensenada donde tiene su propia plaza.


Juan Larrea, después de estar oculto en un galpón fue reasentado por pedido de un vecino, en la ciudad de Berisso, en primera instancia en la rambla de la calle Montevideo entre las calles 5 y 6 hasta que la reforma de dicha rambla, en la intendencia de Cap. Santiago Bassani obligó a ser reubicado en la rambla de la avenida Río de Janeiro y Montevideo.


El destino de la figura de Mariano Moreno fue a coronar su plaza homónimo en el pueblo de San Vicente .


El sacerdote Manuel Alberti fue llevado a coronar la plaza General Arias del partido del noroeste bonaerense que lleva su nombre.


El general Miguel de Azcuénaga se encontraba perdido hasta que el investigador Juan Greco la encontró olvidada en un depósito de Junin desde donde fue al Museo Municipal de Arte.


Finalmente, la escultura de Juan Josè Castelli, que tambien estuvo extraviada, hasta que otra vez Juan Greco, logró dar con ella: coronaba la plaza Granadero Baigorria de la ciudad de Los Toldos donde fueron reservadas las lanzas del mapuche Colique y nacería María Eva Duarte.


Como una paradoja de múltiples significaciones, La Republica se perdió durante la demolición.

¿Quién Fue Juan Larrea?


Uno de los vocales de la Primera Junta fue Juan Larrea, tal vez injustamente olvidado frente a hombres de la talla de Mariano Moreno, Manuel Belgrano, Juan José Castelli o Cornelio Saavedra. Pues bien, Juan Larrea perteneció a la burguesía comercial porteña, participó en la lucha contra los ingleses en 1806-1807, tuvo un rol activo en la polémica Revolución del 1º de Enero de 1809, luego fue, como ya dijimos, vocal de la Primera Junta, se pronunció a favor de Moreno, lo que lo condujo al confinamiento en el interior, cuando el Morenismo cayó en desgracia; luego fue diputado en la Asamblea del Año XIII y le cupo un papel fundamental en la formación de la flotilla que le permitió al almirante Guillermo Brown vencer a los realistas en El Buceo y sellar la suerte de Montevideo.

Fueron muchas las alternativas posteriores en la vida de Juan Larrea: el exilio, tras la caída de la Asamblea en 1815, el regreso gracia a la ley del Olvido de 1822, la lucha por reconstituir su fortuna, la oposición al régimen de Rosas, nuevas expatriaciones y regresos y finalmente su suicidio en 1847.


Vicente F. López dijo que “Era el más diestro comerciante y financista de su tiempo. Su especialidad culminante en ese ramo, le daba un influjo decisivo en la dirección y en el curso de los negocios públicos. Su vivacidad para comprender las necesidades del momento, para encontrar los recursos a crear y proyectar la manera de sistematizarlos, era tan reconocida que bastaba su dictamen para que se procediera de acuerdo a sus indicaciones.”

Fuentes:
(1) Cutolo, Vicente Osvaldo; “Nuevo Diccionario Biográfico Argentino”, Elche, Bs. As., 1975, Tomo IV, pág. 92.

Nota realizada por Miguel «El Portugués» De Sousa

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