Pasear por el barrio de Barracas, en el sur de la ciudad de Buenos Aires, es hacerlo por paisajes que fueron el escenario real o imaginario de letras de tango, novelas, poemas, relatos. Como ejemplo el de Ernesto Sábato, que sitúa en su entorno la casa de Alejandra, personaje en el libro “Sobre héroes y tumbas” o el hospicio donde Leopoldo Marechal “encierra” al protagonista de “Adán Buenosayres”
En sus calles vivieron personajes del tango como Eduardo Arolas y ahora mismo se lo recuerda a Agustín Magaldi con una calle y a Agustín Bardi con un paseo. Pero sin dudas es Héctor Pedro Blomberg quien más historias recrea en sus letras, con paisajes de Barracas, siendo de todas ellas una de las más destacadas “La Pulpera de Santa Lucía”, personaje que pudo tener base histórica por un establecimiento situado en las cercanías de la parroquia de Santa Lucía, el antecedente, en otro emplazamiento, de la actual iglesia de Santa Lucía.
Por estas calles y estas cosas nos invita a pasear hoy DIEGO DIMITROFF, periodista de Berisso, quien montado en su vieja “Oxi», una bicicleta de los años cincuenta, nos lleva sentados en el “porta equipaje» de la imaginación.
“En mi recorrida en bicicleta por el pintoresco y popular barrio porteño de Barracas, conocí el Barrio Ferroviario, un conjunto de casas de estilo inglés antiguo construidas para los ferroviarios y sus familiares. Llamada también Colonia Sola, estas construcciones tienen en varios casos más de 130 años y realmente constituyen un lugar único en el país. El sitio fue declarado monumento histórico, aunque lamentablemente algunas viviendas, pese a la buena consistencia de su material, están venidas a menos y los vecinos alertan sobre la probabilidad de derrumbe de techos.”