Un importante grupo del sector agropecuario salió con un video a marcarle la cancha al presidente electo
Como un deja vu de la 125 y ante el inminente cambio de gobierno, sectores vinculados al campo advirtieron que están organizados y dispuestos a resistir en las rutas nuevamente cualquier medida que ellos consideran un atropello. Luego que trascendiera la posibilidad de algunos cambios en el sistema de retenciones agropecuarias, los productores «se plantaron.»
Tras el resultado electoral del 27 de octubre, donde la Argentina del centro votó mayoritariamente al gobierno actual, el panorama que se presenta para Alberto fernandez no sera nada sencillo. Claramente el sector agrícola fue uno de los principales beneficiarios de las políticas económicas de Mauricio Macri. Con baja o quita de retenciones, flexibilización en el tiempo para liquidar divisas y un dólar alto, fue el escenario ideal para embolsar suculentas ganancias. Sin embargo las estadísticas indican que la creación de empleo formal en el área fue prácticamente exigua.
Por el otro carril, están las consecuencias que pagamos todos los Argentinos por la quita de retenciones que se vieron reflejadas en una brutal suba de alimentos. Vale decir que con el sacrificio de las mayorías se beneficiaron unos pocos. Ese grupo selecto batió récord en los dos primeros años con la compra de vehículos 4×4, sin embargo la ilusión duró poco. En la actualidad todos los indicadores de la industria metalmecánica o los fabricantes de camiones están en una profunda crisis. La teoría del derrame nuevamente se pareció mucho a un cuento destinado a ganar tiempo para profundizar las asimetrías.
No debemos dejar de lado el contexto latinoamericano, que con un claro apoyo de Estados Unidos las minorías poderosas no escatiman recursos y violencia en controlar la resistencia de las mayorías populares. La alegría por la libertad de Lula duró apenas unas horas hasta que se concretó el golpe contra Evo Morales en Bolivia. Párrafo aparte para Chile cuyo conflicto tiene un final abierto.
Será muy complejo el panorama que deberá enfrentar el nuevo gobierno, con implementar políticas contra el hambre no parece suficiente. La grita entre los Argentinos está más viva que nunca, y no parece feliz que se resuelva manteniendo un status quo que garantice privilegios. La tensión por lo bajo es tal, que ya alguno comienzan a hablar de separar a ciertas provincias de la escena nacional. Las mismas provincias que fueron catalogadas de inviables .
En el vértigo informativo, pocos recuerdan que apenas asumido Macri modificó por decreto la coparticipación para la ciudad autónoma que él gobernó y se ratificó en las elecciones como el bastión PRO por excelencia. ¿Será capaz el próximo gobierno de tomar medidas de fondo que apunten a una redistribución más justa? Ese es el desafió, no alcanza con planes de asistencia en cualquiera de sus formas.