Miles de personas disfrutaron de una noche plena de música, espuma y color, donde el municipio puso toda su estructura pese a que la organización correspondió a un privado.
La polémica generada a partir de la inmensa colaboración municipal para con los organizadores, no empaño el festejo de las familias Berissenses ajenas a estos pormenores. El popular Corso, tuvo lugar sobre la avenida Montevideo, la cual fue interrumpida al transito desde la avenida Genova hasta la calle 13. Una prolija organización brindo a los espectadores un surtido patio de comidas, los tradicionales puestos de venta de espuma, buen sonido, escenario, seguridad, emergencias medicas y una importante cantidad de baños químicos. El desfile de comparsas duro hasta la media noche, para luego dar lugar a la música en vivo en un escenario montado en el parque cívico, frente a la escuela de arte.
Según declaraciones del responsable de control urbano Hector Vechiatti a un medio local, el municipio solo cobro la tasa por ocupación del espacio publico y el permiso para vender bebidas alcohólicas. El operativo contó con 20 efectivos policiales, dos patrulleros, una ambulancia, tres móviles de control urbano, personal afectado al corte de calles y reordenamiento de transito, defensa civil, departamento de electromecánica, una hidrogrua y hasta la provisión de colectivos y combis para transportar las comparsas .
Las suspicacias están a la orden del día y sera imprescindible que la administración de Jorge Nedela aclare cual fue el importe total que ingreso al municipio por la autorización del evento. A simple vista el acompañamiento estatal fue el correcto, pero oneroso. El malestar de otros actores sociales de Berisso que desarrollan fiestas tradicionales de la ciudad , corrió como reguero de pólvora. » A nosotros nos piden de todo y no nos dan nada porque dicen que no hay plata, mientras de golpe y porrazo para el corso privado ¿ si hay?»es la pregunta que surge de varios sectores que aguardan una respuesta oficial.