La decisión sorprende por lo inoportuna. El quid de la cuestión en el conflicto con el Astillero Río Santiago es, justamente, la falta de producción. Las autoridades provinciales y nacionales por igual se quejaron en numerosas ocasiones de la falta de trabajo que se observa en el enorme predio de Ensenada. Los trabajadores, nucleados mayoritariamente en el gremio ATE que conduce, hasta el momento y más allá de la catarata de críticas, Francisco “Pancho” Banegas, respondieron que el trabajo debe traerlo el estado, dado que el Astillero responde fundamentalmente a ese estamento.
Sin barcos por reparar a la vista, y con un contrato a medio terminar con Venezuela por falta de fondos, el que alguna vez fuera un ejemplo latinoamericano en materia naval, hoy naufraga en la desidia y la falta de actividad.
En este escenario, resulta llamativa la iniciativa de la provincia de Buenos Aires a través de la dirección general de Cultura y Educación que conduce Gabriel Sánchez Zinny. Ante la necesidad de reparar la embarcación denominada RO N°351, en este momento ubicada en el partido de Tigre, las autoridades bonaerenses decidieron no recurrir al Astillero Río Santiago, que está a disposición, tiene 3.300 trabajadores que cobran mensualmente sus salarios de fondos provinciales y que están disponibles para el trabajo, sino gastar dinero del erario público en la contratación directa de una empresa privada.
En efecto, la misma lleva el número de proceso de compra 300-0118-CME18, tendrá un presupuesto de 1.670.000 pesos y será definida en el día de hoy en la oficina de compras de la dirección general de Cultura y Educación
FUENTE REAL POLITIK
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