Los datos elaborados por el ministerio de energia respecto a la producción petrolera de los últimos 6 años evidenciaron una importante merma que llevó los valores de 2017 a los de 2011, cuando YPF generaba 3 millones de metros cúbicos anuales.

Entre 2012 y 2014, la petrolera registró un aumento que elevó la producción a más de 4 millones de metros cúbicos por año. Fue una especie de alumbramiento, que coincidió con la sanción de la ley de expropiación del 51 por ciento de las acciones de YPF en manos de Repsol. Por esa normativa, también se declaraba de “utilidad pública” la recuperación del “autoabastecimiento energético”, así como la “exploración, explotación, distribución y comercialización de hidrocarburos”.

La situación de la industria hidrocarburifera pone en riesgo muchos puestos de trabajo en la refinería local, teniendo en cuenta la disminucion en la cantidad de pozos que se explotan actualmente. En la cuenca Neuquina que concentra cerca del 40 por ciento de la producción de crudo. En esa zona los pozos en perforación en enero-septiembre cayeron apenas 1,3 por ciento interanual, pero la comparación con igual lapso de 2015 muestra un descenso de 22,4 por ciento entre pozos de avanzada, de exploración, de explotación y de servicio. La cuenca del Golfo de San Jorge concentra cerca del 50 por ciento de la producción de crudo de todo el país y ahí la caída en los pozos de perforación fue todavía mayor. En el acumulado enero-septiembre se observa un retroceso interanual de 23,6 por ciento, pero si la comparación se realiza con igual período de 2015 el derrumbe llega al 57,9 por ciento.

Especialistas del sector coincidieron en que la mejora del precio internacional del barril de las últimas semanas podría incentivar una mayor inversión en las áreas petroleras, aunque, si se confirman esos pronósticos, la recuperación en los niveles de producción podría demorar hasta dos años.

En lo que refiere al gas, los especialistas coinciden en que el Plan Gas que implementó el ex ministro de Economía Axel Kicillof sirvió para incentivar la producción, pero la decisión de Aranguren de poner fin a ese esquema sin dejar en claro cuál será el precio futuro, debido a la falta de precisiones sobre cómo se aplicará la resolución 46/17, hizo que las compañías retrajeran sus inversiones.

Entre las causas que provocaron la caída de la inversión y el consecuente impacto en la producción, los expertos ponen el foco en los costos laborales y remarcan que el anuncio de flexibilización laboral que anunció el gobierno para el sector no es suficiente. “No es un cambio de las reglas del juego como se difundió. Es una mejora muy valorable, pero los resultados concretos vienen siendo muy limitados”, remarcó un especialista de una reconocida consultora del mercado.

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