Con la demanda de la emergencia alimentaria latente, la Universidad Nacional de La Plata, a través de su Consejo Social, dio a conocer los primeros datos del Relevamiento de Sitios de Distribución de Alimentos (SDA) de la Región. Las cifras dejan entrever un escenario preocupante para la ciudad, con cada vez más personas recurriendo a merenderos y con comedores comunitarios desbordados ante la alta demanda y la falta de productos.

El preinforme de los SDA, da detalles de la situación nutritiva y alimentaria del Gran La Plata. Es un trabajo en conjunto del Consejo Social de la UNLP, la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, el Instituto de Investigaciones de Humanidades y Ciencias Sociales del CONICET, y con la colaboración de las facultades de Medicina y Ciencias Exactas.

Según detalla la investigación, que pone el ojo en 116 comedores y merenderos de catorce organizaciones que forman parte del Consejo Social de la UNLP, en 2018 brindaban comida para 7.615 personas por día. Si bien los números finales de 2019 aún no están cerrados (el informe está en ejecución), nueve de cada diez instituciones, en agosto de 2019, vieron incrementada fuertemente su demanda, encontrándose desbordadas.

Este número, tras la devaluación de agosto, registraría un alza significativa a fin de año. «Ya vimos un aumento de la demanda muy fuerte. Cada vez más gente se está acercando a los comedores. Uno puede cruzar esto con los datos aportados por el INDEC, donde se afirma el crecimiento de los sectores vulnerables en la sociedad platense y que la situación se está volviendo cada vez más compleja», explicó  el docente e investigador Cristóbal Dell Unti.

Otro dato llamativo es la emergencia de comedores y merenderos relevados. El 67% de estos sitios comenzó sus actividades a partir de 2016, mientras que de 2010 a 2015 data el 15%, y de 2009, el 18,3%.

Es decir que la mayoría de los SDA abrieron bajo el gobierno de Julio Garro en La Plata, María Eugenia Vidal en provincia y Mauricio Macri en nación.

«Cuando terminó el gobierno anterior, por fines de 2015, y la situación que venía siendo dura para ciertos sectores de la sociedad, con una pobreza estructural, contábamos con veinte, treinta chicos por comedor, por copa de leche, centros comunitarios, que venían a complementar sus dietas o porque sus padres salían a hacer una changa y no podían comer de sus casas.

Desde que asumió el macrismo, producto de las políticas de ajuste económicas y sociales que hemos estado viviendo estos años, está situación ha empeorado notablemente, y donde antes iban treinta no bajan de ochenta, cien, ciento veinte», explicó  Cristian Medina, referente local de Barrios de Pie, una de las organizaciones que encabeza el pedido por la emergencia alimentaria.

«Hay una situación crítica y sorprende la inacción. La idea del informe es que el Estado comprenda la urgencia de la situación, sobre todo porque es alimento. Cada comida que pasa es una comida que se perdió. No se puede esperar», agregó el investigador.

En cuanto a la información nutricional, la situación es preocupante. Los alimentos recibidos por parte de diferentes entes estatales (mayormente el Ministerio de Desarrollo Social provincial) son en su mayoría harinas, legumbres, arroz, aceite. Mientras tanto, las carnes, verduras, frutas y lácteos registran una gran falta, cuando no una ausencia.

«Hay poco acceso a alimentos frescos y eso es un problema para la población, porque obviamente son mayormente alimentos secos. Las organizaciones sociales intentan complementar eso que reciben del Estado, con cosas que consiguen por medio de sus vínculos con la comunidad, pero en general es bastante pobre», destacó Dell Unti.

«Hay un grave problema de alimentación», resaltó, por su parte, el referente de Barrios de Pie, organización que año a año lleva adelante un informe sobre la situación alimentaria en sus comedores y merenderos. «Nos hemos encontrado con que más del 40% de estos chicos y chicas que asisten presentan cuadros de malnutrición: ya sea sobrepeso por comer mal, por basar sus dietas en harina y no tener leche, carne, verdura, y hay otros cuadros que son directamente de bajo peso por no comer casi nada al día», agregó Medina.

Fuente Contexto