Los responsables fueron advertidos en más de una oportunidad por los técnicos responsables en seguridad del propio Municipio y por personas que han visto la situación, pero el futuro negocio y la desconsideración han podido más y se continúa arriesgando la vida de trabajadores y vecinos de una manera asombrosa.
La pila de motocicletas, de por sí, ya es un espectáculo que impresiona. Un pequeño mar de hierro y plastico asombra a cualquier espectador que se asome al deposito de calle 8 y Montevideo, debajo de las oficinas municipales y del propio HCD; «Como mínimo y hablando muy por debajo de lo que puede ser, cada moto tiene unos 100 cm3 de gasolina en el tanque, más otros combustibles en el motor, mas el plástico, más todo el material inflamable… bueno eso multiplicalo por 3000 o más. Defensa Civil, Bomberos y la Policía, sabe bien que una chispa puede hacer que esto sea un desastre que no van a poder frenar», refiere un empleado municipal.
Recordemos que hace pocas semanas, en una comisaría de la policía de la Provincia, en donde se guardaban unas 300 motos al aire libre, se dio un incendio de proporciones cuando una chispa inició el fuego en una moto, propagandose rápidamente a las otras. «Ese caso es un «poroto» conparado con lo que puede ser éste.
El Municipio, mientras tanto, a intentado negociar la compactación de motos, de un modo muy particular ya que en su momento trascendió que la empresa con la que se negociaba, se quedaba CON TODO, hierro, fluidos y autopartes, dejando al municipio con cero ganancias, aunque por el momento eso no progresó y todo sigue igual.
La bomba de tiempo continúa bajo los pies de vecinos y trabajadores, a la vista de muchos que con negligencia miran para otro lado.