El fútbol es el deporte más popular del mundo, pero en ocasiones también puede ser el más aburrido.
Eso, al parecer, fue lo que ocurrió en la final de la Supercopa de Mauritania entre el FC Tevragh-Zeina y el ACS Ksar.
Fue tan pobre el espectáculo, con los dos equipos deambulando en la cancha, moviendo el balón lentamente, a un ritmo pausado, sin mordiente ni peso ofensivo,que para los aficionados los minutos se hicieron eternos y el letargo se apoderó de las gradas.
Pero hubo que no aguantó. O por lo menos eso es lo que se asegura en Mauritania pese a la negación de la federación de fúttbol de ese país.
Según se informó, el presidente, Mohamed Ould Abdel Aziz, se desesperó tanto por lo tedioso del partido que ordenó que se detuviera el partido en el minuto 63 y se resolviera el ganador en una definición por penaltis.
El partido, que se detuvo cuando el marcador estaba igualado 1-1, fue ganado por el Tevragh-Zeina.
No fue sorpresa que la decisión generara un gran descontento entre lo aficionados, lo que obligo al presidente de la federación de fútbol, Ahmed Ould Abderrahmane, a salir en defensa del mandatario y negar que haya tenido algo que ver en el desenlace del partido.
«Niego rotundamente la intervención del presidente de la República«, expresó en un comunicado.
«La decisión fue tomada por asuntos de la organización con la aprobación de los presidentes y entrenadores de los dos equipos».
Lo que sí es un hecho es que el partido duró 27 minutos menos de lo habitual.