La situación que se vive en la provincia de San Juan, específicamente en la localidad de Jáchal, ha sido motivo de preocupación y lucha para los miembros de la Asamblea Jáchal No Se Toca. Desde el año 2015, cuando se produjo el grave derrame en la mina Veladero, considerado como uno de los peores desastres ambientales mineros en la historia de Argentina, la comunidad ha estado en pie de lucha, exigiendo justicia y responsabilidades.

El derrame ocurrió entre el 12 y 13 de septiembre de 2015, cuando una de las válvulas de venteo en el circuito PLS de la mina sufrió una rotura, liberando más de un millón de mililitros de solución cianurada hacia el río Potrerillos, y finalmente llegando al río Jáchal. Este accidente causó la liberación de cianuro, mercurio y metales pesados en las cuencas locales, lo que resultó en la contaminación de al menos cinco ríos.

Ante esta grave situación, los miembros de la Asamblea Jáchal No Se Toca se organizaron rápidamente y comenzaron a resistir la instalación de una mina de uranio a 20 kilómetros de su plaza, ya que eran conscientes de los peligros que implicaba la actividad minera en la zona. Desde entonces, han estado en constante lucha, monitoreando los efectos del derrame en el río Jáchal y denunciando los daños ambientales y las afectaciones a la salud de la población.

En busca de justicia y responsabilidad, los integrantes de la asamblea se presentaron ante los tribunales federales de Comodoro Py con un petitorio firmado por 71 mil personas de todo el mundo. Exigen que se fije la fecha para el inicio del juicio oral y público contra cinco ex funcionarios responsables de la gestión ambiental y minera en aquel momento, ya que consideran que han pasado demasiados años desde el derrame y aún no se ha hecho justicia.

El río Jáchal es una fuente vital para la subsistencia de la comunidad, tanto para la ganadería como para la agricultura, además de ser una fuente de agua imprescindible para el consumo humano. Sin embargo, desde el derrame, el río ha estado contaminado con mercurio, lo que ha generado graves problemas para la salud y el bienestar de la población local.

Tras este episodio, la Mina Veladero (actualmente gestionada por la empresa canadiense Barrick Gold y la china Shandong Gold), tuvo otro cuatros derrames más.

Es importante destacar que la Mina Veladero ha experimentado otros cuatro derrames más desde el ocurrido en 2015. La situación se ha vuelto insostenible para la comunidad de Jáchal, que ha decidido mantenerse firmemente en pie de lucha, resistiendo y exigiendo que se haga justicia y se tomen medidas para evitar futuros desastres ambientales.

La lucha de la Asamblea Jáchal No Se Toca representa un claro ejemplo de la importancia de la participación ciudadana y la defensa del medio ambiente. Su petición de justicia y responsabilidad no solo es en beneficio de su comunidad, sino también de todas las personas que valoran la preservación de los recursos naturales y la protección de la salud y bienestar de las generaciones presentes y futuras.

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