Se multiplican los reclamos por la falta de lugares que realicen la recarga SUBE
Poder recargar la tarjeta SUBE se convierte en una odisea para muchos usuarios del transporte publico, y los cartelitos en los comercios con el tradicional «NO SE CARGA SUBE» se multiplican como el malhumor de los usuarios.
INFOBERISSO dialogo con varios comerciantes indagando las razones del pésimo servicio, y la coincidencia es total «es un negocio económicamente inviable». Hoy brindar el servicio de recarga termina dando perdida, expresaron
Para comenzar a prestar el servicio necesitas alquilar un POSNET que tiene un costo de 300 pesos mensuales y un buen servicio de internet $700 aproximadamente. Lo peor y que poca gente sabe , es que el servicio es prepàgo, «no es que nosotros cobramos primero y tenemos una comisión por eso, al contrario debemos desembolsar previamente grandes sumas de dinero teniendo que ir al banco a depositar la misma, para no ganar prácticamente nada»
El propietario de un reconocido kiosko céntrico sobre la avenida Montevideo mostró los comprobantes a este medio, invirtiendo 88.000$ por adelantado la comisión es exactamente de 1011$ y a eso se le debe descontar los gastos de conectividad y posnet que equiparan la ganancia. » imaginate que si meto 88 lucas en caramelos gano 22.000$, aca el negocio lo hace la empresa de transporte y el gobierno con nuestra inversion y nuestro trabajo, es una locura» expreso.
Ademas los comerciantes coincidían en que son muy pocos los comercios que cargan y sobre todo después del aumento de transporte, » muchas veces tenes cola por la cantidad que quieren cargar la sube, vienen otros clientes a comprar y se van para no esperar. Si cobramos adicional la gente se enoja y el estado te puede multar, pero así no se puede seguir» finalizo.
En tanto, los usuarios recorren comercios en busca de la recarga que le permita subir al colectivo. ya muchos choferes no permiten siquiera, que alguien de gauchada te preste la SUBE para llegar a tu casa con el argumento que todas están registradas. Comerciantes y pasajeros son victimas de un sistema donde siempre ganan los mismos.