Esta tendencia se ha hecho muy popular entre jóvenes veganos, según el afamado psicólogo Juan Tranquilidad: “es una magnífica terapia antiestrés, debido a que pasear lechugas en vez de perros son todos ventajas”.

“Las verduras son mejores que los perros ya que no ladran y no empiezan peleas con otras verduras. Ni siquiera necesitan alimentación y no dejan el recado en el pavimento”.

“Es un medio de escape para huir de la depresión y la soledad, me siento libre, sin ataduras, dar un paseo con él y regresar me pone las pilas al 100%”. Nos cuenta un estudiante Vegano. Y otro joven añade: “Si veo que ha llegado en buenas condiciones, lo lavo un poquito y entra en el menú de la cena, ¡que queremos más!”. Nos comenta con los brazos en alto.