MEDIA CAÑA
La incertidumbre reina hoy, entre los trabajadores de la emblemática empresa surgida en los años 90, como consecuencia de las políticas de ajuste y achicamiento del estado aplicado durante el mandato de Carlos Saúl Menem.
El 31 de julio de 2018 es la fecha prevista para que se termine el vínculo con YPF, de los contratos que unen a Media Caña con la refinería más importante del país. Son aproximadamente 400 empleados que viven la angustia de no saber cual será su destino laboral. Una cifra cercana a las 120 personas pasarían a integrar el plantel de las empresas HASA y TISICO. Son quienes en la actualidad trabajan dentro de la planta afectados a las tareas específicas, determinadas por los contratos que caducan a fin del mes corriente.
Estos vínculos serán traspasados y renegociados en monto y alcance de tareas a las dos empresas antas mencionadas. El resto del personal que ejecuta tareas en el taller (mecánicos, arengadores, administrativos, etc.) no serian tenidos en cuenta por las nuevas contratistas, ya que poseen trabajadores en su plantel para cada una de las especialidades señaladas. Para MEDIA CAÑA queda vigente un solo contrato por el momento que afecta al mantenimiento de tanques y para los cuales solo se necesitan entre 50 y 70 personas.
Luego de las reuniones efectuadas la última semana, queda entre los trabajadores la opción no oficializada de negociar una indemnización, de la que se haría cargo la propia YPF. La petrolera a través de voceros autorizados, indico que no quiere en su planta personal que hubiera sufrido problemas de salud en los últimos tiempos, pese a que en la actualidad cuenten con el alta correspondiente. Lo más preocupante resulta para quienes están recibiendo algún tipo de tratamiento prolongado, luchando por restablecerse físicamente.
Como ha caracterizado a la actual conducción de MEDIA CAÑA, no existe comunicado oficial acerca de la situación. En tanto el gremio que nuclea a los trabajadores (SUPEh) se expresa a través de su secretario Ramón Garaza, quien en declaraciones públicas ha señalado que la entidad que el comanda, tratara de intermediar entre las partes, sin asegurar la continuidad laboral para la totalidad del personal.
Trabajadores consultados por INFOBERISSO sostienen que desde el gremio» los mandan a hablar con autoridades de YPF para recibir una oferta indemnizatoria». Asimismo unas 30 personas afectadas al departamento administrativo en media caña, estarían realizando una medida de fuerza durante los últimos días, ante la incertidumbre que atraviesan.
Al parecer cada uno trata de salvar su «cuero», mientras los representantes de las empresas y el gremio se prodigan acusaciones mutuas vinculadas con internas y rencillas pasadas, aceptan por lo bajo la posibilidad que se pierdan decenas de puestos de trabajo. Nadie se hace responsable, como si la situación fuera un hecho fortuito.
Un capítulo aparte y que la justicia deberá investigar es el comportamiento económico y financiero de las autoridades que pasaron por MEDIA CAÑA para llegar a una convocatoria de acreedores, y a una deuda cercana a los 140 millones de pesos. Asimismo crecen las sospechas sobre los motivos por lo cual HASA terminara quedándose con la parte más jugosas de los contratos. Al ser una firma Sociedad Anónima no es sencillo dar con los dueños verdaderos, pero en la refinería es vox populi que sería de un importantísimo dirigente gremial del sector a nivel nacional.
Mientras tanto no hay una sola medida de fuerza tendiente a conservar los puestos de trabajo del personal, fomentando indirectamente el sálvese quien pueda. Otra vez los despidos, otra vez las indemnizaciones y la aventura de reconvertirse en taxista, remisero o comerciante. Un camino que miles de personas en la región lo transito en los años 90 con las consecuencias que todos ya sabemos.