Nacido en un típico Barrio de Berisso, el hijo del electricista, comenzó desde pequeño a alternar los paseos en el Barrio, con los largos viajes diarios a la Escuela Nº 2 de Berisso, teniendo esa cuestión dividida de los «Amigos de Barrio» y «Los amigos de la Escuela».

Miembro de una Familia Radical y Balbinista, desde joven se metió en el Comité Radical de Berisso, en donde «El Lobo», su padre, lo fue llevando sin escala, al circulo de los mayores; «Por mi viejo y la gente de ese momento, casi no participé de la Juventud Radical, en donde si estaba el actual Intendente… Yo ya desde ese tiempo comenzaba a hablar con los más grandes. A Jorge lo conocía y era un militante de la Juventud, pero yo no andaba mucho con ese grupo» confiesa el ex edil Berissense.

Gustoso de las mesas de Café, Maximiliano Fernandez, se sentó a conversar en CAFÉ SUR, por Radio Sur, intentando hacer un repaso de su historia para analizar la actualidad, siendo fiel a su pensar y crítico con la realidad, estilo que lo distinguió en su paso por el HCD de la Ciudad; «Aveces veo las sesiones del Concejo y no puedo creer los mamarrachos que se hacen, como el de los otros días en donde decían que habían mandado un expediente a no se donde y el mismo estaba ahí y después dijeron que mandaron una copia y eso no estaba acentado, etc, etc… en otros tiempos eso hubiera sido un escándalo que por lo menos hubiera hecho que el Secretario del Concejo se tuviera que ir. Ahora pasó como algo más. Parece que están dormidos, incluso los de la oposición que dejan que el oficialismo haga lo que quiera, con un Concejal que les vota todo con Nedela y que no va nunca a trabajar y nadie le pidió la renuncia…» castiga «El lobito» Fernandez.

Presidente del Organismo que nucléa a los Artesanos en la Ciudad, Fernandez reconoce y analiza el mal momento que atraviesa un basto sector de Berisso; «Se está sumando cada vez más gente que trae sus cositas para vender y eso no es una buena señal… Obvio que no le podes decir que no y hay que hacerles un lugar, pero empezás a dividir las ganancias que había y se lleva cada uno un despacito, pero llegan a la Feria porque se quedaron sin trabajo o porque la están pasando mal y esa es una realidad que se ve y se siente»

Electricista en la Cámara de Diputados, asegura que; «Más de una vez fui a cambiar una luz y terminé discutiendo mal con un Diputado… hasta me han echado del Bloque y han pedido que manden otro» dice entre risas, Fernandez quien admite que «Mi pasión es la política. Me he tratado de despegar de dejar de meterme de opinar y no puedo. Es más fuerte que yo»

Amiguero por vocación, Fernandez no deja de hablar de familia, amigos, política, deportes, todo vale a la hora de analizar.

«Yo no se si me tomaría un café con alguien… pero si me dejan volvería atrás a las mesas que se hacían con mi viejo, «el negro Legui» y otros» dice quebrado por la emoción y el recuerdo el ex concejal, trayendo a la mesa aquellos hombres que no eran de los políticos famosos de Berisso, pero si de los militantes activos que andaban en los barrios. Algunos Radicales, como su padre, otros como Leguizamón, Peronistas, pero para explicarlo, El Lobito trae a la memoria una frase que le dejara ese grupo; «NUNCA TE METAS CON LA FAMILIA DE NADIE, LA ENFERMEDAD DE NADIE, NI EL BOLSILLO DE NADIE».

Desde un rincón del Bar el dueño y el mozo escuchaban en silencio. Al dueño le brotaban algunas lagrimas, tal ves fue parte de esa camada, tal ves los conoció, tal ves lo ayudaron cuando pequeño, tal ves añora esa época.

«Muchachos en memoria a ellos, está todo pago, ellos lo pagaron hace tiempo. Seguro se equivocaron alguna vez, pero tenían una nobleza que hoy aveces se extraña…» dice y se va adentro.

Nos levantamos y salimos, cada uno recuerda una mesa de su niñez. Fernandez, el electricista, el «Lobito», el Radical que llegó a una banca cuando el partido explotó, el artesano que hace remeras, el amante de Rock de «ALMAFUERTE», se va por la Montevideo, se pierde entre la noche de Berisso, entre el recuerdo de su padre y otros militantes Peronistas y Radicales lo forjaron.

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