Aunque no parezca, estamos a solo 18 días de las elecciones de Primer término conocidas como PASO, ya que el próximo Domingo 12 de Septiembre es la fecha designada por el Gobierno Nacional para dirimir que fuerzas competirán en las elecciones generales y quienes representarán a dichas fuerzas.

Pero en Berisso, una ciudad política por excelencia, el clima electoral aún no se hace sentir, más allá del movimiento de los pocos militantes que recluta cada fuerza política, reducidos en esta oportunidad por la Pandemia existente.

Con pocos recursos y pocas ideas, son las redes sociales el lugar más elegido por los candidatos, que al grito de «VÓTEME», exponen las razones, pocas en la mayoría de los casos, para ser elegidos.

A pesar de la existencia de casi 300 candidatos y once listas oficializadas, los vecinos apenas si reconocen a un pequeño puñado de estas opciones, siendo como siempre, el Frente de Todos y el Frente Juntos (ex Juntos por el Cambio, ex Cambiemos) los que han desplegado una mayor cantidad de elementos gráficos sobre la Ciudad.

En el caso del oficialismo, el mecanismo de campaña se ha basado y centrado, intencionalmente o No, en la figura del propio Intendente Cagliardi, generando en algunos casos hasta cierta confusión en los menos informados sobre las cuestiones políticas.

En un intento de instalación de candidato, el Intendente llevó «de la mano» la figura del primer Concejal, Gabriel Marotte, a tal punto de eclipsarlo en algunas oportunidades y dejarlo de modo casi «decorativo».

Con la base fundada en la frase «Berisso Crece», la campaña se ajusta a una gran cantidad de cartelería, algunas mesas estratégicamente distribuidas y la seguridad de no tener competencia interna gracias a la decisión de la Junta Electoral.

El otro «Grande», es el Frente Juntos, quien tiene el enorme problema del recuerdo presente de la última mala Gestión que encabezó él ex Intendente Jorge Nedela, a quien intentan mantener oculto y de la que todos los principales candidatos formaron parte.

Sin una estrategia clara e inmersos en peleas internas, el macrismo va dividido en 3 sectores, dos radicales y uno PRO, representando a tres espacios que supieron estar unidos y hoy se pelean hasta por una foto.

Sin ideas de cara al vecino, este espacio pugna por mostrar una renovación inexistente calculando el «arrastre» que pueden darle las figuras provinciales de Manes y Santilli.

En una tercera línea, casi sin carteles por ahora y esperando el Sprint final, se encuentra el Randazzismo y la Izquierda, las cuales luego de la «bajada» del Frente Renovador, han tomado ímpetu pretendiendo ser esa tercera posición que pugne por una banca en el HCD.

Mas atrás se observan desde el Morenistas hasta el Socialistas, entre ellas Vecinalistas, derecha,ultra derecha y todo lo que se le ocurra y a pesar de todo ello aún muchos vecinos, no saben que se vota en 18 días y mucho menos, quienes son los candidatos.

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