Los móviles policiales jamas acudieron a los reiterados pedidos de auxilio solicitado por personal municipal, que intentaba detener una fiesta clandestina en Los Talas.

Mientras se desarrollaba una fiesta clandestina en Los Talas el sábado por la noche, personal de control urbano solicito en reiteradas oportunidades el apoyo de algún móvil policial a la comisaria segunda, que nunca los mando pese a los pedidos de asistencia, mientras tenia varias patrullas estacionadas en la puerta.

El grave hecho tuvo lugar en la calle 97 y ruta 15, donde se habían congregado cientos de jóvenes en una fiesta  presumiblemente clandestina. Tras la denuncia efectuada por un vecino, se hizo presente el subdirector de control urbano Sergio Sulc con otra persona a su cargo para verificar la situación. Al arribar el personal municipal fue recibido de manera hostil, con amenazas e insultos. Dada la cantidad de personas en el lugar y muchas de ellas en estado de ebriedad, el mismo pide la presencia de un móvil policial como se hace habitualmente en los procedimientos de clausura y evacuación de estos encuentros, que generalmente se convocan a través de las redes sociales.

Tras varios llamados a la dependencia policial y después de una espera de dos horas para que llegue algún patrullero, el móvil municipal decide acercarse a la comisaria segunda ubicada en Montevideo y 38 donde para su sorpresa encuentra dos móviles policiales estacionados en la puerta.» Evidentemente existía previamente la decisión de liberar la zona para que se lleve adelante el evento en esta quinta de Los Talas y que nada  la interrumpa.» Así lo aseguran varios vecinos, quienes recordaron que no es la primera vez que hay descontrol en esa casa quinta y nadie lo puede frenar.

Por otra parte, este medio pudo confirmar que  el director de control urbano Gabriel Alasino tomo conocimiento telefónicamente del suceso que puso en riesgo la integridad física del personal a su cargo sin brindar solución alguna sobre la negativa policial.

Siendo casi las 7 de la mañana y luego que varios vecinos se comunicaran con el 911, recién llego a la fiesta un patrullero en momentos que los jóvenes se estaban retirando. Crecen las sospechas en ámbitos vinculados al tratamiento de la inseguridad en la ciudad, que los jefes policiales tienen un ojo selectivo a la hora de investigar los delitos.

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