Nunca se escucho el «¿Que tal Claudio?», ni el «Hola Don Di Giovambattista», ni siquiera el «Hola Presi», es raro pero con un «¿Que haces Grillo?», alcanzó para que todos en la mesa de CAFÉ SUR nos sentáramos y nos sintiéramos cómodos. Mucho más él que parece pertenecer a esa «casta» de tipo de barrio que suele pisar los Estudios de RADIO SUR, para compartir un café.
Componente de esa «banda» que se crió al rededor de la Calle Industria, con vista al monte y a la lejana Avenida Montevideo, el hijo del «Tano» Di Giovambattista creció entre excursiones al monte, a Barrios vecinos, «Donde estaban las chicas lindas», según cuentan y los autos que arreglaba su papá, mientras su madre preparaba los más exquisitos manjares, que aún hoy suelen deleitar a familiares y amigos a los que «Grillo», como lo conocen todos, suele deslumbrar, mientras alardea de las virtudes de su progenitora.
Humilde en su proceder, el banquero, le busca la vuelta a las cosas, con una mirada cambiada por las circunstancias; «Después de que estuve muy mal y vi la muerte de cerca, me di cuenta de muchas cosas, comencé a pensar de otra manera y a disfrutar de lo que tenía adelante…» cuenta aunque reconoce que no deja de correr o de hacer mil cosas, tal ves por ésta misma circunstancia; «Como se decía antes, Ya habrá tiempo de descansar cuando me vaya», cuenta mientras se ríe.
Los pocillos de café humeante dan marco a la charla. Política, Educación Sociedad, todo se habla, al llegar a Economía, Grillo, saca el «machete» y muestra datos que le confiara su hija economista, dejando ver su orgullo de padre que le ensancha el pecho y le agranda la sonrisa, más allá que «Los Números» nos muestran una cruda y terrible realidad que conoce muy bien desde su lugar en «la Bancaria» y también desde su Rol como Presidente del CEyE, uno de los Clubes ancestrales de Berisso, a donde llegó, de la mano de su hijo; «A mi me encanta el Fútbol y mi hijo jugaba muy bien al fútbol, pero tuvo una mala experiencia y no quiso jugar más y empezó a hacer Basquet ahí en el CEyE… Sin ser él de los más dotados, tenía un empuje terrible y era un arma esencial en el equipo…» dice con el mismo Orgullo que le vimos antes cuando hablo de su hija economista.
«Los Clubes son esenciales en los peores momentos como éstos…» dice Claudio y agrega; «Son los que contienen a los chicos… Vos vas viendo el hambre y el deterioro. Yo lo veo en mi Club, lo siento con ellos. Ahí es donde empezar a hablar con la Comisión y empezás a entender que tenes que contener, que no los podes dejar ir, que tenes que estar cerca. Que si no pueden pagar la cuota, Bueno está bien no hay drama y buscas recursos… Yo veo a los Clubes de Fútbol de los barrios y sabes que están juntando harina y grasa para hacerles unas tortas fritas para la merienda y tratas de ayudar… No hay que aflojar y menos ahora…» dice el hombre que sabe de luchas, porque a peleado más de una batalla personal.
Su humildad y sus anécdotas se amontonan con la segunda ronda de Café, el amor por su mujer, una gemela de la cual asegura «Me hizo más de una broma con la hermana», aparecen con el mismo sentimiento con el que antes habló de sus hijos. El hijo, el marido, el papá, el banquero, el Presidente del Club, el amigo, todo se mezcla en éste tipo de barrio.
Un llamado familiar, un accidente, lo saca de la mesa. Nada Grave. Pero la «Familia está primero» y como tano lo sabe.
Se despide y lo vemos partir. Sabemos que lo vamos a cruzar dentro de un rato, pero igual nos quedamos pensando. El mozo se acerca y pregunta «¿Algo Grave?», «No todo bien pero viste como somos los papás, hay que ir tenga 2 o 50 años». El dueño nos mira, «Muchachos está todo pago… ¿Como se llama éste hombre?», «Claudio Di Giovambattista, le dicen Grillo» contestamos. «Tráiganlo más seguido, el hombre cae bien y sabe de lo que habla, eso es raro para éstos tiempos», dice el dueño del Bar.
Salimos sonriendo, sabemos que lo que dijo es cierto, pero es que Grillo siempre anda corriendo y apurado. La Familia, el Banco, los chicos del Club, el trabajo Social, es un superman moderno al que la Criptonita de la muerte no lo pudo detener…
Un GRANDE GRILLO, más que un hermano………. Un EJEMPLO DE VIDA!!!!! mientras luchaba y yo lloraba por EL tuvo la fuerza para DARME fuerza, con estas palabras que llevo en mi corazón : «TODO EL DOLOR TRANSFORMALO EN FUERZA PARA SEGUIR ADELANTE» GRACIAS POR SIEMPRE FRATELLO.