Una de las reglas de Seguridad, para impedir que los delincuentes se salgan con la suya en un distrito, es indiscutiblemente iluminar la ciudad.
Pero una de las quejas más conocidas de los berissenses es la escasez de luminaria en los barrios; «hace meses que pido que me cambien la lamparita de la calle y cada vez que llamo me dicen que no hay lamparita…» expresa una vecina del Barrio Obrero.
«Yo compré la lámpara con mi plata después que pasaran varios meses y los reclamos se juntaran y cuando lo hice tardaron un mes más en venir porque no tenían el camión con el elevador…», confiesa Diego, un vecino del centro.
Presente siempre en los discursos de cuanto político se expresa sobre seguridad, se puede escuchar, una y otra vez, que faltan luces en los barrios, que hay sectores que son una «boca de lobo», que los robos proliferan por la escasa iluminación de los sectores, pero ¿qué hace el Municipio para revertir esta situación?
La realidad marca que la respuesta es POCO Y NADA. Si bien el marketing utilizado por Nedela ha mencionado el problema de iluminación en varias oportunidades, como fueron los dichos de AMIEL y MURGIA, que hablaban de comprar miles de luces LED, cuestión que no ocurrió, ni va a ocurrir, lo cierto es que el Municipio no compró ni comprará lamparita.
Pero en los últimos días algo INDIGNÓ a los berissenses y fue la utilización de recursos Municipales para la publicidad electoral del Intendente JORGE NEDELA quien mandó a los camiones municipales, con personal municipal y elementos comprados por el Municipio, a ILUMINAR los carteles gigantes que colocó en la ciudad, con un agravante no menor, las luces puestas no se apagan nunca y generan un gasto que también deberemos pagar entre todos los berissenses.