Un grupo de familiares de los trabajadores de la acería de Berisso, junto a diversas organizaciones solidarias, protagonizó una emotiva y desesperada marcha hoy en la ciudad de La Plata, exigiendo una solución urgente a la crítica situación que atraviesan los operarios y sus hogares.
La movilización, marcada por la angustia y la necesidad, comenzó en la emblemática Plaza San Martín y culminó frente a las puertas del Ministerio de Trabajo de la provincia, lugar donde esperaban ser recibidos y encontrar una respuesta a su calvario.
La llegada al Ministerio de Trabajo, lejos de ser un momento de esperanza, se convirtió en una nueva frustración. Según denunciaron los manifestantes, nadie de las autoridades pertinentes salió a recibirlos o a escuchar sus reclamos. La situación se volvió aún más dolorosa cuando algunos de los presentes aseguraron haber visto a empleados del organismo riéndose de su protesta y desesperación.
«Es una burla. Venimos con la panza vacía, con deudas y con enfermos, y lo único que encontramos es la puerta cerrada y la risa de los que deberían ayudarnos. No solo nos ignoran, nos humillan», expresó conmovida una de las familiares.
La situación de las familias de los trabajadores de la acería es insostenible. La falta de ingresos ha sumido a estos hogares en una profunda crisis social y económica, con la subsistencia diaria comprometida:
Hambre y Desamparo: En varios casos, las familias ya no tienen recursos para comprar alimentos, viviendo una situación de emergencia alimentaria.
Deudas Acumuladas: La imposibilidad de pagar alquileres y servicios básicos (luz, gas, agua) pone a muchas familias al borde del desalojo o del corte de suministros vitales.
Tratamientos Médicos en Riesgo: Uno de los puntos más críticos es el de las familias que necesitan con urgencia el dinero para pagar tratamientos médicos costosos o para comprar medicamentos indispensables, poniendo en peligro la salud de sus seres queridos.
La movilización de hoy es un grito de auxilio que las autoridades no pueden seguir ignorando. Los trabajadores y sus familias esperan una intervención inmediata que garantice sus fuentes de ingreso y les permita recuperar la dignidad y la tranquilidad.