Miles de crustáceos, de la familia del camarón, invadieron este sábado Playa Grande, en la costa marplatense. Especialista del Inidep, que recogió muestras para analizarlas a fin de descartar la presencia de toxinas en los organismos, definió el fenómeno como “esporádico” y recomendó no consumirlos
Profesionales del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (Inidep), de Mar del Plata, se hicieron presentes este sábado en la costa de Playa Grande, para analizar y tomar muestras de los organismos y también del agua de la zona ante un suceso que para la especialista Paula Moriondo, es “esporádico” pero que bien podría haberse originado por acción de las mareas.
Según da cuenta el portal Qué Digital, Moriondo explicó que “Lo primero que hicimos fue constatar qué especie era, y no son ni camarones ni langostinos, ni crías de camarón. Son peisos petrunkevitchi, una especie de sergéstidos, primos de langostinos y camarones, pero que no son lo mismo”, explicó la especialista, quien incluso reconoció que al llegar incluso había ejemplares vivos sobre la orilla.
Los peisos forman parte de la familia de los sergéstidos, integrada por crustáceos decápodos, es decir, animales marinos con diez patas, muchos de ellos explotados comercialmente.
Uno de los primeros pasos fue corroborar la temperatura del mar, aunque desde el Gabinete de Oceanografía Física del Inidep en primera instancia descartaron cualquier fenómeno extraordinario al respecto. “Entonces tomamos muestras para analizarlos y también puntualmente para estudios de toxicidad, para ver si este evento puede haber sido causado por alguna toxina que haya en el mar o no”, señaló.
Principal hipótesis
Sin embargo, la principal hipótesis que manejan desde el Instituto tiene que ver con la acción de las mareas: “Ayer fue un día muy lindo, estaba muy calmo. Puede que haya estado esta biomasa de crustáceos alimentándose cerca de la costa y con un cambio de viento los trajo la marea”.
Si bien no son característicos de la zona, la especialista reconoció que en el sector se hallan habitualmente peisos que, si bien no tienen importancia comercial, sí tienen relevancia ecológica ya que se trata de la principal fuente de alimento de peces de la zona. “Los hemos encontrado acá cuando salimos a hacer inspecciones de langostino, pero no tanta cantidad. Pero hay en la zona. Quizás solo estaban concentrados”, indicó.
Fenómeno social
El otro fenómeno que se dio en Playa Grande fue el social: decenas de curiosos se acercaron a la orilla y comenzaron a juntar los crustáceos para consumirlos o bien para utilizarlos de carnada. Sin embargo, recomiendan no consumirlos al menos hasta descartar cualquier tipo de toxina: “El peiso se puede comer. Mucha gente lo hace en tartas o frito, con cáscara y todo, pero lógicamente no comería algo que está en la playa cuando todavía no se sabe qué evento causó su llegada masiva”, advirtió.
“Más allá de que pensamos que es un evento esporádico, que los trajo la marea con el inicio del viento Este, yo no me arriesgaría a consumirlo. El laboratorio de bio toxicidad del Inidep va a analizar que no haya ninguna toxina”, cerró la investigadora en torno a las muestras que serían procesadas el lunes.
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