El Covid ya no solo es una amenaza que puede contagiar, sino que va dejando cicatrices profundas en una sociedad que va perdiendo personas que son, padres, hijos, hermanos, amigos, pero por sobre todo “actores» de un entramado social que va perdiendo “soldados» que combaten la desigualdades de un mundo complejo.
En esta situación hoy Berisso llora la partida de dos de esos “personajes” que a la hora de meterse en el barro estaban en primera línea; por un lado Horacio Albariño, un viejo militante, parte del comedor Huellitas y un trabajador que siempre entendió aquello de “la patria es el otro».
La otra perdida irreparable es el de una ex trabajadora del Hospital de Berisso, Victoria Ferreyra, quien en su ultima etapa ayudaba a la gente del merendero “tardecita de colores» siempre atenta a lo que le pasaba a los demás.