¿Cómo no agradecerles la importancia de su rol en nuestra educación y en nuestras vidas? ¿Cómo no reconocer que fueron claves para nuestra socialización ? Aunque habrá casos de maestros no muy simpáticos y hasta cascarrabias, en general brindan cariño y contención para los alumnos.
Tal vez, al fin y al cabo, no sea su capacidad para enseñar las tablas de multiplicar, los verbos o los ecosistemas lo que realmente los diferencie y enaltece, ¿no? Homenajeamos su pasión, su paciencia, su tenacidad y compromiso.