Durante el día de hoy al desatarse la tormenta anunciada, Ruben Altamiranda y Martín Idiart, ambos guardavidas, se encontraban en el puesto Nº 11 de playa La Balandra cumpliendo su trabajo.
A poco de comenzar la tormenta, entre el diluvio acompañado de rafagas de vientos intensas, que terminó por destruir el puesto donde se encontraban los guardavidas,y arrojandolos al piso, en ese momento una viga de la estructura golpea en la cabeza de Rubén Altamiranda, hiriendolo.
Así lo cuenta el parte oficial y aunque los trabajadores están bien, se vivieron momentos de zozobra ya que al momento del incidente, los GUARDAVIDAS habían refugiado a una familia que estaba a la intemperie; «por suerte ni los chicos, ni los padres sufrieron heridas, solo el susto…» contó Idiart.