Aunque el Intendente de Berisso, Jorge Nedela, dijo «NO PERMITIR DUDAR» de su gestión, la falta de datos y la escasa transparencia que muestra su gobierno, generan más dudas que certezas, logrando que ante cada paso económico la lupa se pose sobre el y su Gabinete, generando denuncias que han llegado hasta los tribunales Penales y multas del mismísimo tribunal de cuentas.
Con cero información oficial, hace pocos días, se licitó el Servicio Alimentario Escolar (SAE), de la cual solo se publicó en la Prensa oficial, que se habrían presentado cinco «Empresas», sin que se diera ni los nombres, ni los montos ofrecidos por el pliego que ofrecía unos casi 30 millones de pesos. Pero «Berisso es un Pueblo Grande y todo se Sabe» dice un viejo dicho local y sobre todo si las fuentes que informan pertenecen al mismo Municipio, en donde el quiebre en CAMBIEMOS es evidente e insostenible.
Son esas mismas Fuentes las que revelaron en las últimas horas que «Un Militante «Nedelista» se habría alzado con parte de la Licitación del SAE, del cual ni se publicó, ni se publicaran los números…» afirmó, contando también que éste proveedor, que sería de apellido Manrique y muy cercano a la familia Nedela; «Es el mismo que cargaba el auto privado del Intendente el día que su mujer fue a buscar mercadería del Galpón Municipal para llevar a un comedor que manejan los «curas» en El Carmen», expresó el Funcionario.
Desde dentro del Palacio Municipal, también se contó que días atrás, otro proveedor se habría enojado muchísimo y hasta le habría echado la culpa a Elizabeth Franchi, Presidenta del Consejo Escolar, que estaba por allí, ya que aseguraba; «No me dejan participar y me deben muchísima plata… Vos diste la orden de que no me dejaran entrar en el SAE. No tenes cara. Páguenme lo que me deben…» gritaba el proveedor, quien a principio de ésta gestión había sido duramente acusado, pero que ante la amenaza de éste de hacerles una denuncia por la deuda, habrían terminado «arreglando».
Evidentemente, por más esfuerzo que haga el Intendente por pedir que «NADIE DUDE», la falta de transparencia en las Licitaciones y la escasa información que se publican hacen dudar ya no solo a «los de afuera», sino también «a los de adentro»