Como ya hemos contado en otras oportunidades, la consabida y multi publicitada Obra del Hospital Larraín, está literalmente «PARADA» por falta de pago a la Empresa y a pesar de las visitas, en el último tiempo, de varios funcionarios Provinciales y Nacionales, entre los que se destacan varios ministros, La Gobernadora María Eugenia Vidal y hasta el propio Presidente de la Nación, Mauricio Macri, nada se a hecho desde el Municipio para gestionar su continuación.
Más allá de ésta particular situación, las obras a medio hacer están trayendo otros problemas inesperados, como una insólita pileta de enfermedades que se puede observar, paradojicamente, al lado de dos sectores que atienden al núcleo de población más ligados a la franja de personas en alto riesgo de contagio y más sensible al cuidado. Estamos hablando de los chicos menores y las embarazadas.
Entre la salida de la guardia de PEDIATRÍA, los consultorios de OBSTETRICIA, el LAVADERO y la COCINA, existe una «PILETA CON AGUA VERDE», en donde conviven; mosquitos, renacuajos y millones de bacterias, en pleno corazón del único Hospital de Berisso.
El pasto alto, hierros de punta y el cartel de NO TIRAR BASURA, le dan el marco de abandono que le falta a la situación, en un Municipio que ha declarado, de la mano de su Intendente Jorge Nedela, LA EMERGENCIA SANITARIA.
Sin lugar a dudas y más allá del esfuerzo innegable de los Profesionales que en su gran mayoría trabajan a destajo con los elementos que tienen, mostrando un profesionalismo más que loable, la situación de la Salud en la Provincia de Buenos Aires, no solo no mejora, sino que retrocede en infraestructura.
Como manifestación de éste descuido de la salud, nos queda señalar que, por ejemplo, el Único ascensor de servicio del Hospital, se encuentra desde hace varios días, fuera de funcionamiento, por lo que son innumerables los problemas de los especialistas y pacientes para llevar adelante un estudio, sobre todo con personas que tienen disminución en su capacidad de movilidad.