Provocan accidentes, roturas de vehículos, golpes, discusiones y grandes negocios. Es «el pozo», el «cráter», la «zanja», según el barrio y el vecino que se queja. También es «el pequeño inconveniente» o el «el ya lo arreglaremos» de cualquier político, aunque técnicamente siempre será un bache.

La Ciudad de Berisso, según su actual Secretario de Obras Públicas, Raúl Murgia, tuvo unos cinco mil baches, los cuales contó antes de asumir con su tarea. Si bien hoy por hoy no hay cifras oficiales, las quejas de los vecinos se cuentan por miles.

Con un plan de bacheo que solo incluye las calles principales de la Ciudad, los barrios periféricos siguen siendo un desastre en materia de calles y los baches continúan provocando accidentes que en más de un caso, terminaron en graves lesiones para los conductores.

 

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