EL SINDICATO MUNICIPAL LE CONTESTÓ AL INTENDENTE

LOS QUE VINIERON A CERRAR LA GRIETA
“Los que vinieron a cerrar la grieta” y a unir a los berissenses son los que hoy perversamente dividen a los trabajadores municipales de Berisso entre “buenos y malos”.
Bajo la vieja y perversa estrategia del “divide y reinarás”, los “malos”, según sus criterios, serían aquellos que, en defensa de sus derechos ganados, realizan medidas de fuerza para que se cumpla, ni más ni menos que lo que el propio intendente prometió.
Ayer, en una triste y espasmódica demostración de poder, desde sus redes sociales el intendente Nedela agradeció a los trabajadores que se pusieron la “camiseta” de Berisso y trabajaron durante la retención de tareas. Como contrapartida, en una muestra más de cinismo, responsabilizó al resto de los compañeros, a los que sí adhirieron a la medida y a este sindicato, por todos los inconvenientes que se generaron y por los “más de 500 de niños que se quedaron sin colonias, ni guarderías”.
No hace falta reflexionar demasiado para darse cuenta que el discurso de los que “vinieron a cerrar la grieta”, sigue siendo aquel que no sólo quiere enemistar a los trabajadores municipales con los vecinos; sino generar divisiones entre compañeros.
La responsabilidad de que cientos de chicos de Berisso no pudieran concurrir a la colonia y a las guarderías durante la jornada de ayer, no fue de los empleados que apenas llega a los 15 mil pesos y que, debido a los incumplimientos sistemáticos, ni regalo de reyes pudieron comprar para sus hijos el mes pasado, LA CULPA claramente es de la mala administración del Ejecutivo.
LA RESPONSABILIDAD es de aquellos que cobrando cifras que no entran en el imaginario del trabajador, no miden, ni pareciera importarles, los efectos que causan en las economías familiares de cada compañero con los reiterados atrasos en el depósito de los haberes.
“Los que vinieron a cerrar la grieta”, en lugar de pedir disculpas por la falta de pago en término, vienen a querer disciplinarnos y embebidos en una soberbia pocas veces vista, se dan el lujo, desde su pedestal de poder y abundancia, de atacar a los trabajadores por reclamar lo que es justo y corresponde.